La extorsión sigue siendo una de las principales amenazas contra la seguridad y la inversión en La Libertad. Y, según la Policía, gran parte de estas mafias tienen su centro de operaciones en el penal El Milagro. Frente a este panorama, la Cámara de Comercio de La Libertad (CCLL) ha exigido al Estado la instalación de bloqueadores de celulares de mayor capacidad, que realmente impidan las comunicaciones ilícitas que salen desde este establecimiento penitenciario.
El pedido fue planteado en una reciente mesa de trabajo que reunió a representantes del gremio empresarial, autoridades del Estado y miembros de la sociedad civil. Durante el encuentro, los empresarios advirtieron que los bloqueadores actualmente instalados en El Milagro no son garantía, pues no logran neutralizar las señales de manera efectiva, lo que permite que las bandas sigan utilizando teléfonos móviles para coordinar extorsiones, secuestros y otros delitos de alto impacto.
Fuentes policiales confirmaron que la mayoría de extorsiones reportadas en Trujillo, y también en ciudades cercanas, se originan en esta prisión, donde internos logran burlar los controles de seguridad con equipos de comunicación. Esta situación no solo alimenta el miedo en la población, sino que golpea de manera directa a pequeños y medianos empresarios, transportistas, comerciantes y familias que se ven forzadas a pagar cupos bajo amenazas de muerte.
La CCLL destacó que el uso de bloqueadores de última generación es una medida urgente que debe ser acompañada de un plan integral de seguridad, pues de lo contrario la tecnología se convierte en una inversión ineficaz. “No podemos seguir permitiendo que los penales se conviertan en oficinas del crimen organizado”, señalaron los representantes empresariales, recordando que la lucha contra la extorsión requiere coordinación entre el INPE, la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
En lo que va del año, La Libertad suma más de 200 asesinatos, muchos de ellos vinculados a mafias extorsivas que imponen el terror como método de control. El penal El Milagro, en ese contexto, aparece como epicentro de las comunicaciones criminales que, pese a las medidas de seguridad, continúan operando con total impunidad.
