Un operativo de la Policía Fiscal de La Libertad, con apoyo del Escuadrón de Drones, permitió desmantelar un camal clandestino en el que se sacrificaban burros y caballos para luego comercializar su carne como si fuera de res en diversos mercados de Trujillo.
La intervención se realizó en una vivienda de la tercera cuadra de la calle Cerro de Pasco, donde además se encontraron 27 animales vivos —4 caballos y 23 burros— en condiciones deplorables.
Detectados por drones: así cayó el camal ilegal
El jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de La Libertad, coronel PNP Johnny Huamán, explicó que la operación se gestó tras una vigilancia aérea rutinaria.
“Durante el patrullaje con drones se observó que dentro del inmueble sacrificaban un burro. Con esa evidencia se montó el operativo en tiempo récord”, señaló el oficial.
Cuando los agentes ingresaron, hallaron un escenario dantesco: carne colgada, vísceras, pieles, cuchillos, afiladores y congeladores llenos de paquetes de carne lista para su distribución.
Los animales eran traídos desde provincias del interior, engordados por una semana y posteriormente faenados, simulando carne de res para su venta en mercados locales.
Dos intervenidos y alerta sanitaria
Durante la redada se detuvo a Abelardo Marcial Cedano Castillo (38) y Sheyla Natalia Quezada Muñoz (34), quienes serían trabajadores del establecimiento.
El caso fue comunicado al Ministerio Público y al Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) para determinar el estado sanitario de la carne encontrada y su posible distribución.
“Se ha verificado que estos animales eran sacrificados sin control veterinario, sin registro ni medidas de inocuidad. La carne era vendida como si fuera de res, lo que representa un grave riesgo para la salud pública”, informó el coronel Huamán.
Riesgo sanitario y cadena ilegal de carne
Fuentes del Senasa indicaron que el consumo de carne proveniente de equinos no aptos puede generar intoxicaciones, zoonosis y contaminación bacteriana severa, especialmente si la faena ocurre sin supervisión sanitaria.
Además, los camales clandestinos carecen de condiciones básicas como refrigeración adecuada, control de plagas o disposición segura de desechos.
En La Libertad, esta es la segunda intervención del año a locales que comercializan carne sin control sanitario. Las autoridades advierten que podría existir una red mayor de comercialización ilegal que abastece mercados informales de Trujillo y distritos aledaños.
El negocio de la carne adulterada
Según la investigación policial, los responsables del camal obtenían animales desechados por agricultores o comprados a bajo costo en zonas rurales. Luego, la carne era mezclada con res y vendida a intermediarios a precios más bajos, ingresando sin control a los mercados de la ciudad.
La carne equina y de burro era distribuida principalmente en zonas de El Porvenir, Florencia de Mora y La Esperanza, donde se vendía como carne fresca en puestos ambulantes o mercados populares.
El caso ha puesto nuevamente en debate la necesidad de fortalecer la fiscalización sanitaria y los controles municipales sobre el expendio de alimentos.
Expertos en salud pública advierten que la informalidad y la falta de controles veterinarios exponen a miles de consumidores a enfermedades y engaños.
“Este tipo de hallazgos evidencia una falla estructural en el control de la cadena alimentaria urbana. Se requiere coordinación entre la PNP, el Ministerio de Salud, Senasa y las municipalidades para cerrar estos circuitos ilegales”, explicó un especialista en inocuidad alimentaria consultado por Causa Justa.
El operativo —bautizado como “Carne Segura 2025”— forma parte de las acciones integradas de la División de Investigación Criminal (Divincri) y la Policía Fiscal para combatir delitos contra la salud pública y el comercio ilegal de alimentos.
Las investigaciones continúan para determinar si hay comerciantes o intermediarios implicados en la distribución de la carne adulterada.

