Tras conocerse la intoxicación de 340 de sus trabajadores, la empresa agroexportadora Agrícola Cerro Prieto emitió un comunicado, en el que, adelantándose como médicos especialistas, señalaban lo que había pasado “no suponen ninguna secuela ni daño permanente para su salud”.
Sin embargo, esto no es tan cierto, puesto una investigación del portal Salud con lupa acaba de revelar que la referida empresa usó un pesticida Triform-35, que originó la intoxicación, el cual contiene sustancias químicas prohibidas en Estados Unidos y la Unión Europea debido a su peligrosidad.
De acuerdo al portal, el plaguicida Triform-35, comercializado por la empresa Trical Perú SAC, tiene como función principal desinfectar el suelo para evitar que los microorganismos causantes de plagas afecten los cultivos de hortalizas y frutas como el melón, la cereza y las uvas. Sin embargo, este producto contiene sustancias químicas peligrosas que pueden representar riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
El medio de comunicación, especializado en temas de salud, señala, además, que la empresa matriz de Trical Perú SAC, ha enfrentado sanciones en su país de origen, Estados Unidos. Así, da cuenta que en 2023, el Departamento de Regulación de Pesticidas del Estado de California impuso sanciones a Trical debido a que se determinó que sus productos ocasionaron lesiones graves a trabajadores agrícolas. Estas sanciones indican que los productos de Trical pueden representar riesgos para la salud y la seguridad de las personas que los manipulan o están expuestas a ellos.
Indica el portal que, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), encargado de regular la venta y uso de plaguicidas químicos para la agricultura, ha solicitado información a Cerro Prieto sobre la dosis y la forma en que se aplicó el producto «Triform-35» en sus terrenos, pero hasta ahora no tiene respuesta.
Además, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) también está investigando el caso y ha señalado que se tomarán medidas disciplinarias si se determina que Cerro Prieto y Trical Perú incumplieron las medidas de seguridad necesarias para prevenir daños a la salud humana.
Salud con lupa detalla que el pesticida Triform-35, utilizado en la agricultura para controlar una variedad de insectos, hongos y gusanos nemátodos, contiene dos ingredientes principales: 1,3-dicloropropeno y cloropicrina. Alerta que ambas sustancias son altamente peligrosas. Así indica que el 1,3-dicloropropeno, un líquido sin color utilizado desde la década de 1950 en la agricultura, ha sido prohibido en la Unión Europea desde 2010 debido a sus efectos irritantes en la piel, los ojos y el sistema respiratorio. Además, estudios han sugerido que puede ser carcinogénico, lo que significa que podría causar cáncer al alterar directamente el material genético de las células.
Por otro lado, la cloropicrina, una sustancia aceitosa utilizada como fungicida, herbicida e insecticida, también presenta riesgos para la salud humana. La exposición a esta sustancia puede causar irritación en los ojos, la nariz, la garganta y las vías respiratorias. A pesar de los riesgos conocidos, su uso en la agricultura continúa, especialmente en la fumigación del suelo antes del período de siembra.
Salud con Lupa precisa, asimismo, que esta empresa, parte de la Corporación Financiera de Inversiones y dirigida por Alfonso Bustamante Canny, quien también lidera la Confiep, ha estado en el centro de la controversia debido a su oposición a los cambios en el régimen laboral agrario.
Durante el paro agrario del 2020, los trabajadores de empresas como Cerro Prieto exigieron cambios en la ley para mejorar sus condiciones laborales, pero las demandas no fueron atendidas. Además, recientemente se aprobó un beneficio que reduce las contribuciones de estas grandes empresas al Seguro Social, lo que afectaría significativamente los fondos de EsSalud.
Después del incidente de intoxicación, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) ha ordenado la suspensión de las actividades agrícolas en las áreas afectadas y exige que Cerro Prieto continúe pagando los salarios de los trabajadores afectados. Además, Sunafil está investigando si la empresa cumplió con los protocolos de seguridad laboral y si Trical cumplió con las especificaciones técnicas del plaguicida.
Hasta el momento, Cerro Prieto ha dado respuestas contradictorias sobre el incidente, inicialmente minimizando los síntomas de los trabajadores y luego negando la presencia de sustancias tóxicas en el suelo.
