El 22 de marzo, alrededor de las 19:55 pm, en el barrio Suylluacca, distrito de San Jerónimo, Andahuaylas, una adolescente de 17 años fue víctima de homicidio por arma de fuego. Según la investigación policial, P.I.Q. salió de su casa a hablar con su cuñado, quien estaba bebiendo licor junto a otro civil y un policía dentro de un vehículo.
Cuando la adolescente se acerca, el otro civil llamado Frank René Acuña Vargas sale con el arma del policía y le propina un disparo a la menor en la cabeza, quien cae al suelo. El presunto homicida habría sido golpeado por Carlos Alberto Romero Cueto, cuñado de la chica de 17 años, pero escapó de la escena.
Minutos después, los vecinos rodean a los involucrados y efectivos policiales se acercan para intervenir a Carlos Romero y el suboficial de tercera Giomar Chilingano Huamán (27), dueño del arma homicida. En esta situación, Chilingano entra al vehículo, agarra raudamente su pistola y se dispara a la altura de la sien.
Pero la tragedia no culmina con el suicidio, pues la bala atraviesa la cabeza de Chilingano y alcanza la mandíbula del efectivo policial que lo iba a intervenir, de nombre Revi Salcedo Salas. Este último se encuentra en Lima desde el domingo, recibiendo atención especializada.
La menor de 17 años, sin embargo, no corrió con la misma suerte, y falleció de un traumatismo encefalocraniano en el hospital de Andahuaylas, aproximadamente una hora después de ser disparada.
El presunto homicida, Frank René Acuña Vargas, no ha sido encontrado hasta el momento. Esta noticia ha generado revuelo en Andahuaylas y la región apurimeña. Ninguno de los involucrados que bebían en el automóvil tiene antecedentes, y de hecho los tres han sido amigos desde el colegio.