Se trata de Alejandro Molina, un ciudadano argentino, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en el interior del local «Carnes El Che», ubicado en la avenida América Sur, en la urbanización San Andrés.
Todo comenzó cuando Karen Gloria Aguilar Luna Victoria, de 32 años, preocupada por la desaparición de su conviviente, Alejandro Molina, decidió acudir a la Policía Nacional del Perú (PNP) para solicitar ayuda. Aguilar mencionó que el último lugar donde se había visto a Molina era en su local, «Carnes El Che». Ante esta información, los agentes policiales, acompañados por Astrid René Dávalos Herrera, tía de la denunciante, se dirigieron de inmediato al establecimiento.
Al llegar al lugar, los agentes fueron recibidos por Agustín Mateo Herrera Mora, propietario del local, quien explicó que el establecimiento estaba alquilado a Alejandro Molina. Con la autorización del dueño, los efectivos ingresaron al local para buscar al desaparecido. Lo que encontraron fue una escena trágica y devastadora.
En el interior del local, los agentes hallaron el cuerpo de Alejandro Molina, suspendido por una soga de color amarillo. Aunque sus extremidades inferiores tocaban el suelo, el cuerpo estaba parcialmente colgado, lo que indicó que había ocurrido un suicidio. La escena fue impactante para los presentes, quienes rápidamente notificaron a las autoridades correspondientes.
La PNP procedió a asegurar el área y a notificar al Ministerio Público para que se realizaran las diligencias pertinentes. Los peritos forenses se encargaron de realizar el levantamiento del cuerpo y de recolectar evidencias en la escena del trágico suceso. Aunque todos los indicios apuntan a un suicidio, las autoridades no descartan ninguna hipótesis y continúan con las investigaciones para esclarecer las circunstancias exactas de la muerte de Alejandro Molina.
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