El alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, dijo que el ordenamiento de la ciudad va a continuar y que no se responsabiliza por lo que pueda ocurrir con los ambulantes que se nieguen a acatar las normas municipales y a dejar las vías libres.
“Todos tenemos derecho a trabajar, pero nadie tiene derecho a poner ropa o zapatos a vender en las veredas. Acá se respeta lo público sí o sí”, manifestó el burgomaestre ante diversos medios de comunicación.
Respecto a los comerciantes informales o ambulantes adelantó que no se responsabilizará ni pondrá el pecho por ninguno de ellos si es que sucediera algo durante las acciones para ordenar la ciudad.
Le digo a los ambulantes: cuida tus cosas. No me responsabilizo por los 20 zapatos que les retiren de las veredas. “No voy a poner el pecho por ningún ambulante”, enfatizó.
Ha faltado autoridad, añadió, precisando que se cierra una tienda porque no tiene RUC y ¿el ambulante qué?, expresó, añadiendo que en este tema hay mafias incluso en los grandes negocios, que se ponen de acuerdo con ambulantes.
El burgomaestre lamentó que para el ordenamiento de la ciudad no se cuente con el apoyo directo de la Policía Nacional o del Ejército. No podemos entrar a ordenar Chicago porque allí matan, de frente sacan armas y matan.
“Hace poco le han fracturado la mano a un sereno”, señaló al respecto, adelantando que insistirá en pedir el apoyo para estas intervenciones.
En cuanto a la posibilidad de reubicar a los ambulantes, indicó que serán ellos los que vean a donde se van. “Cada uno se la busca en este país, pero las calles deben estar libres”, remarcó.
Dijo por otra parte que está mucho mejor de salud y que el médico le ha dicho que se ha recuperado muy rápido, pese a tener una prótesis en las dos caderas.