Dos efectivos policiales, identificados como John Michael Vizcarra Villacorta (29) y Gerald Salomon García Ulloa (29), resultaron heridos por impactos de arma de fuego en un confuso incidente ocurrido en la avenida Perú, cerca del parque El Tambo, en Trujillo. Ambos presentaron lesiones graves y fueron trasladados de inmediato al hospital Belén, donde se encuentran bajo atención médica.
El ataque ocurrió aproximadamente a las 6:30 p.m. cuando las víctimas estaban estacionadas en la avenida mencionada. Según los testimonios recogidos, los disparos los tomaron por sorpresa, sin que pudieran identificar la dirección de donde provenían ni al agresor. Los dos efectivos policiales estaban fuera de servicio en el momento del ataque: Vizcarra Villacorta se encontraba de vacaciones, mientras que García Ulloa estaba franco.
Ambos heridos fueron auxiliados por un taxista que los llevó al hospital Belén de Trujillo. En el centro médico, fueron atendidos siendo diagnosticados con «trauma torácico por P.A.F.» en ambos casos.
Las investigaciones preliminares han revelado que las víctimas no registran antecedentes policiales según el sistema SIDPOL, lo que complica determinar si el ataque estaba dirigido específicamente hacia ellos o fue un acto aleatorio de violencia. Vizcarra Villacorta pertenece a la unidad UNEME Centro Trujillo, mientras que García Ulloa labora en la Comisaría El Alambre, lo que refuerza la gravedad del incidente al involucrar a miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP).
Hasta el momento, no hay información clara sobre los motivos detrás del ataque ni la identidad de los perpetradores. El caso ha generado gran preocupación entre los mandos policiales, quienes han asegurado que se están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Asimismo, se ha activado una investigación interna en coordinación con el Ministerio Público para determinar posibles móviles o vínculos relacionados con las actividades laborales o personales de las víctimas.
El violento incidente ocurre en un contexto de creciente inseguridad en la región La Libertad, donde los ataques con armas de fuego y los homicidios relacionados con organizaciones criminales han alcanzado niveles alarmantes.