Convenio lesivo firmado por municipio impide rescatar totorales de Huanchaco

En el balneario de Huanchaco, donde el sonido de las olas debería ser sinónimo de paz y turismo, hoy predomina un silencio de preocupación. El creciente colapso del sistema de tratamiento de aguas residuales en la Planta de Tratamiento El Tablazo ha encendido las alarmas sanitarias y ambientales en toda la región de La Libertad.

La situación es tan grave que la empresa Sedalib ha presentado un plan de emergencia ante la Municipalidad Provincial de Trujillo, exigiendo medidas inmediatas para detener la amenaza ecológica que se cierne sobre uno de los principales destinos turísticos del norte del Perú.

Durante una sesión extraordinaria en el Palacio Municipal, el gerente general de Sedalib, Ing. Víctor Gutiérrez Muñoz, acompañado por su equipo técnico, expuso una hoja de ruta clara: un Plan de Remediación Ambiental Integral que busca contener y revertir los efectos del colapso sanitario.

La situación no es nueva. Por años, Huanchaco ha lidiado con la descarga irregular de aguas residuales, pero hoy el sistema ha llegado al límite. El rebose de aguas servidas pone en riesgo no solo el ecosistema de los humedales y el mar, sino la salud de miles de habitantes y el sustento de decenas de pescadores.

La propuesta de Sedalib contempla acciones concretas como el manejo y recuperación de los Totorales, el saneamiento del ecosistema, la disposición técnica de lodos contaminados, educación ambiental y, como eje de solución definitiva, la construcción de un emisor terrestre conectado a un emisor submarino de dos kilómetros, con tecnología alineada a estándares internacionales. Esta solución busca resolver de raíz el problema de disposición final de aguas residuales, que actualmente se vierten sin control en zonas costeras y agrícolas.

Sin embargo, el mayor obstáculo para ejecutar este plan no es técnico, sino burocrático. El presidente del Directorio de Sedalib, Dr. Percy Rosario Martell, denunció que un convenio firmado en 2017 entre la Municipalidad Provincial de Trujillo y el Ministerio de Vivienda ha dejado a la empresa sin potestad para invertir directamente en la planta.

El convenio, realizado bajo el modelo de Inversión Privada Cofinanciada (IPC), transfiere la responsabilidad a una futura empresa privada que aún no entra en funciones. El convenio tiene vigencia hasta el año 2030, y mientras tanto, la crisis sigue avanzando sin que se puedan ejecutar obras urgentes.

“El problema no es que no tengamos soluciones. Las tenemos. El problema es que legalmente nos han atado de manos y pies”, reclamó Rosario Martell, quien pidió la inmediata revisión del convenio y una intervención multisectorial.

Durante la sesión, los regidores plantearon la conformación de una mesa técnica con participación de colegios profesionales, organismos reguladores y la Defensoría del Pueblo. Se acordó, además, elevar el tema al Consejo Municipal para declarar en emergencia el sistema de saneamiento de Huanchaco.

Pescadores artesanales presentes en la sesión expresaron su frustración. “Antes salíamos al mar y volvíamos con pesca fresca. Ahora volvemos con temor de enfermedades”, declaró uno de los líderes de los gremios, señalando que el vertido sin tratamiento no solo ha afectado la calidad del agua sino también la biodiversidad marina.

La ausencia del alcalde distrital de Huanchaco y de representantes del Ministerio de Vivienda fue duramente criticada. “No se puede combatir una emergencia con sillas vacías”, dijo un regidor durante la reunión. La Defensoría del Pueblo, presente en el acto, se comprometió a emitir un informe con recomendaciones urgentes y pidió priorizar el derecho a la salud y a un ambiente sano sobre cualquier interés contractual.

El informe técnico de Sedalib, presentado de forma detallada, evidencia que es posible implementar una solución sostenible, respetuosa del medio ambiente y viable financieramente. Pero se necesita una decisión política firme que devuelva a la empresa la potestad de actuar. Hoy, el mar, los humedales y las familias de Huanchaco están en riesgo.

Mientras las aguas residuales continúan desbordando los límites de El Tablazo, lo que está en juego no es solo un sistema de tuberías o una planta colapsada. Lo que está en juego es el derecho de una ciudad costera a respirar, a producir, a vivir en condiciones dignas. La historia de Huanchaco no puede seguir escribiéndose con aguas negras ni con la indiferencia de quienes deben tomar decisiones. La hoja de ruta está sobre la mesa. El tiempo, ya no.

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Causa Justa

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