La Nochebuena en el sector Jerusalén de Trujillo se tiñó de violencia tras registrarse, una serie de incidentes con armas de fuego que dejaron tres personas heridas, generando conmoción y preocupación en la comunidad. La confusa secuencia de eventos movilizó a efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) y a los servicios de emergencia, quienes trasladaron a las víctimas a diferentes centros hospitalarios de la ciudad, donde fueron atendidas de urgencia.
En el Hospital de Alta Complejidad Virgen de la Puerta, ubicado en el distrito de La Esperanza, se constató el ingreso de dos personas con heridas producidas por proyectil de arma de fuego (PAF): Diego Armando Alcántara Risco, de 28 años, presentaba un cuadro clínico de mayor gravedad, con una herida por PAF en la cabeza, además de heridas de entrada y salida en el hombro izquierdo. Su diagnóstico inicial generó una lógica preocupación entre el personal médico, quienes lo mantuvieron bajo estricta observación. La segunda persona atendida en este hospital fue Carmen Obando Robles, de 43 años, quien ingresó con una contusión en la tibia izquierda. Si bien esta lesión requirió atención médica, se consideró, en principio, de menor gravedad en comparación con la de Alcántara.
En un desarrollo paralelo, mientras se brindaba atención a Alcántara y Obando en el Hospital de Alta Complejidad, las autoridades recibieron información sobre el ingreso de una tercera persona herida por PAF al Hospital Regional Docente de Trujillo. Se trataba de Fiorella Yessenia Salverredy Aguilar, de 38 años, cuyo diagnóstico fue de trauma abdominal penetrante por PAF, con orificio de entrada en el glúteo derecho y el proyectil alojado en el estómago. La naturaleza de la herida demandó su inmediata hospitalización y un seguimiento médico constante.
Una de las principales interrogantes que surgen a partir de estos hechos es si los tres heridos fueron víctimas de un mismo ataque o si se trató de incidentes aislados que coincidieron en tiempo y lugar. La proximidad temporal y la cercanía geográfica de los sucesos sugieren una posible conexión entre ellos, una hipótesis que las autoridades investigan con detenimiento. Sin embargo, hasta el momento no se ha emitido una confirmación oficial al respecto.
Ante la gravedad de la situación, la Depincri Norte y el Ministerio Público (RMP) han puesto en marcha una exhaustiva investigación con el objetivo de esclarecer los hechos en su totalidad.