La polémica vuelve a instalarse en torno a la gestión de Caja Trujillo. Esta vez, los regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) han alzado la voz para exigir el cambio de Gustavo Romero Caro, representante de Cofide en el directorio de la entidad financiera, tras denunciar que, desde hace cinco años, Caja Trujillo asume el pago de viáticos, traslados y otros conceptos en favor de Romero, pese a que —afirman— estos deberían ser costeados de su propio bolsillo.
La situación, que consideran «atípica» e «injustificable», ha generado indignación entre los concejales, principales representantes del accionista mayoritario de la Caja. Según detallan en una carta dirigida al presidente del directorio de Cofide, desde que Romero Caro asumió funciones, la institución ha venido sufragando gastos que anteriormente no se cubrían para ningún otro miembro del directorio, dado que todos residían en Trujillo.


Romero, sin embargo, radica fuera de la ciudad, lo que —de acuerdo a los regidores— no le otorga ningún derecho especial para trasladar el costo de su desplazamiento y estancia a una institución pública.
“Nos llama la atención que la empresa haya asumido tales conceptos, cuando en gestiones anteriores nunca se presentaron casos similares. Los gastos de traslado y viáticos deben ser responsabilidad exclusiva del director”, señalaron en su pronunciamiento oficial, en el que además anuncian que han puesto el caso en conocimiento de los órganos de control y supervisión para su evaluación e investigación.
El malestar no se queda solo en el plano económico. Para los regidores, permitir que una situación como esta continúe sin corregirse sienta un precedente negativo en la administración de una entidad que pertenece a todos los trujillanos. Caja Trujillo, recordaron, no es propiedad privada, sino un patrimonio de carácter público que debe regirse por los principios de eficiencia, transparencia y responsabilidad.
Fuentes vinculadas a la municipalidad indicaron que el reclamo formal busca también evitar que, de cara al futuro, se sigan repitiendo prácticas que comprometen el equilibrio financiero de la entidad y que podrían derivar en observaciones más graves en los órganos de fiscalización.
Hasta el momento, ni Cofide ni el propio Romero Caro han emitido una respuesta pública frente a esta denuncia. Sin embargo, el tema ya ha encendido la alerta entre los trabajadores y clientes de la Caja, preocupados por la imagen institucional y el destino de sus recursos.