La ciudad de Trujillo se vio sacudida la madrugada de hoy con un megaoperativo que permitió desbaratar la mafia conocida como «La Gran Fa», una compleja trama criminal que abarcaba desde minería ilegal hasta sicariato, y en la cual están implicados varios policías, entre ellos altos oficiales encargados de la seguridad en La Libertad y que forman parte del Comando Policial que lidera el general Augusto Ríos Tiravanti.



La operación estuvo dirigida por la fiscal Jennifer Ludeña Meléndez, de la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado de La Libertad. El reloj marcaba las 05:05 de la mañana cuando los agentes de la División de Investigación de Alta Complejidad de Chiclayo (DIVIAC), respaldados por la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú (DIGIMIN), sin la participación de ningún integrante del Comando Policial de La Libertad por obvias razones, se abalanzaron sobre las calles trujillanas.





Este asombroso despliegue era el resultado de una resolución emitida por el juez Eduardo Carlos Medina Carrasco, titular del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo. La orden era clara: la detención preliminar de 32 individuos por un lapso de 10 días y el allanamiento de 41 propiedades.
El saldo del operativo dejó a todos boquiabiertos. 26 personas fueron detenidas en diferentes localidades de Trujillo y sus alrededores. Entre ellas, algunos nombres conocidos y otros totalmente enigmáticos. Pero lo que desató un revuelo sin precedentes fue el descubrimiento de que varios de los arrestados eran miembros de la propia Policía Nacional del Perú, un hecho que estremece los cimientos de la comunidad local y nacional.
Entre los aprehendidos se encontraban Michael Malon Ordoñez, Sandra Marleny Rosales Mendoza, Mercy Brac Seny Alfaro Zavaleta, Gauer Javier Honores Ulloa, Marco Loyola Meléndez, Raul Fausto Araya Neyra.
Pero la sorpresa más escalofriante fue la inclusión de miembros de alto rango de la Policía Nacional del Perú en esta siniestra red. El coronel PNP Arturo Miguel Angel Balta Paredes, junto con el suboficial superior PNP Walter Hugo Aleman Barreto y el suboficial de tercera PNP Luis Alberto Franco Malca Prado, fueron algunos de los implicados. También se detuvo a Jefferson Katriel Aurellano Quipuscoa, suboficial de tercera PNP.
Los cargos que enfrentan estos detenidos son impresionantes y abarcan un amplio espectro de delitos. Desde pertenencia a una organización criminal, pasando por la minería ilegal, el sicariato y el homicidio, hasta la tenencia ilegal de armas de fuego. Un cóctel explosivo de crimen organizado que ha sumido a la ciudad en una sombra ominosa.
Además de las detenciones, el operativo también reveló un botín de cuatro mil quinientos nuevos soles (S/. 4,500.00) y una pistola marca GLOCK serie AGNG136, sin mencionar una colección de documentos que se espera que arrojen luz sobre la investigación en curso.
También se confiscaron vehículos por medida judicial, incluyendo una camioneta Mitsubishi con placa EAC-466, así como dos camionetas Hilux, una gris y otra blanca, ambas con placa P4R-870. Este botín, evidencia crucial en la investigación, podría abrir la puerta a revelaciones aún más espeluznantes.
Este operativo es solo el inicio de una larga y ardua investigación destinada a desmantelar completamente esta organización criminal. Las autoridades prometen llevar a todos los responsables ante la justicia y despejar la sombra que se cierne sobre Trujillo. Las diligencias de allanamiento continuarán en las próximas horas, lo que podría arrojar más luz sobre este caso que ha sacudido los cimientos de la ciudad.