El clima de inseguridad en Trujillo sigue en aumento, con un nuevo atentado perpetrado por bandas de extorsionadores que no dudan en utilizar métodos violentos para intimidar a sus víctimas. En la noche del último domingo, la tranquilidad del barrio 4 en Alto Trujillo se vio brutalmente interrumpida cuando un cartucho de dinamita fue detonado en la puerta del colegio particular Magister Class. Este atentado se suma a la alarmante cifra de 26 ataques a instituciones educativas en la provincia, poniendo en evidencia la grave situación de extorsión que sufren los centros educativos.
Según los reportes policiales, el atentado ocurrió alrededor de las 23:40 horas. Personal de la Policía Nacional del Perú (PNP), que realizaba un patrullaje rutinario, fue desplazado rápidamente al lugar tras recibir la alerta de una explosión. Al llegar, constataron que la institución educativa había sufrido daños materiales significativos, con la puerta principal y las ventanas destruidas por la detonación. Javier Eustaquio Pérez, de 44 años, dueño del inmueble, relató que la explosión ocurrió mientras él descansaba. Al escuchar el estruendo, se percató de que los vidrios y la puerta habían sido destrozados.
Las primeras investigaciones indican que este ataque estaría relacionado con actos de extorsión previamente denunciados por la directora de la institución. La víctima ya había presentado una denuncia ante la División de Investigación Criminal (Depincri) Este, lo que subraya la continuidad y la impunidad con que operan estos delincuentes.
El general José Zavala Chumbiauca, jefe de la Región Policial de La Libertad, informó que las amenazas se hicieron a través de mensajes de texto, exigiendo el pago de S/ 50 mil para cesar los ataques. Este método de intimidación no es nuevo y ha sido recurrente en la mayoría de los 26 atentados registrados contra colegios en la región. De estos, 17 han sido con explosivos y otros dos a balazos, además de encontrar cartas, cartuchos de dinamita o balas en los centros educativos afectados.
