La ola de violencia extorsiva no da tregua en la región La Libertad. La noche del sábado 11 de mayo, un nuevo atentado con explosivos estremeció el distrito de Guadalupe, en la provincia de Pacasmayo. Esta vez, el blanco fue un restaurante ubicado frente a la plazuela 24 de Octubre, el cual resultó severamente dañado tras la detonación de una potente carga de dinamita.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 p.m., cuando dos sujetos a bordo de una motocicleta se aproximaron al local de venta de comida y arrojaron el artefacto explosivo. La explosión fue tan fuerte que provocó que la puerta enrollable del restaurante se hundiera y que una parte de la reja metálica del establecimiento saliera disparada, cayendo en plena vía pública.
Testigos presenciales relataron que, tras perpetrar el atentado, los delincuentes huyeron a toda velocidad por el Arco de Junín, en dirección al parque de La Paz, antes de que alguien pudiera identificarlos plenamente.
Los primeros en llegar al lugar del siniestro fueron los agentes del serenazgo distrital, alertados por el clamor de los vecinos que temían nuevas detonaciones. Recién 25 minutos después del hecho, dos efectivos motorizados de la Policía Nacional arribaron a la escena y confirmaron que se trataba de un acto extorsivo.
Fuentes extraoficiales revelaron que los propietarios del restaurante ya habrían recibido amenazas previas por parte de bandas criminales que exigen pagos a cambio de “protección”. La negativa del dueño a acceder a estos cobros habría motivado el atentado.
Este caso se suma a la larga lista de actos de extorsión con dinamita que azotan el norte del país, donde negocios de transporte, construcción y restaurantes se han convertido en blancos frecuentes de mafias organizadas que operan con total impunidad.
La población de Guadalupe exige una mayor presencia policial y operativos de inteligencia para desarticular a estas bandas que, día a día, siembran el terror en la región. “¿Qué más tiene que pasar para que el gobierno central declare la emergencia total de esta zona? Ya ni trabajar tranquilos podemos”, expresó indignado uno de los vecinos.
