La tensión aumenta en Trujillo tras el bloqueo de una de las vías de acceso al nuevo relleno sanitario por parte de más de 300 recicladores del antiguo botadero El Milagro. Los manifestantes exigen que se les permita continuar con su labor de reciclaje dentro del relleno, una actividad que, aseguran, han desempeñado por más de 30 años y de la cual dependen para su sustento diario.
El plantón, que paralizó el acceso al relleno sanitario, surge en rechazo a la propuesta de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), liderada por el alcalde Mario Reyna, de formalizar su labor mediante la segregación de residuos en viviendas y centros comerciales. Según los recicladores, este modelo no es viable para ellos y limita sus oportunidades de trabajo, lo que ha generado un conflicto que amenaza con prolongarse si no se encuentra una solución inmediata.
Los manifestantes argumentan que el acceso al relleno es fundamental para su supervivencia, pues muchos de ellos han construido su vida en torno a esta actividad. «No podemos aceptar que nos quiten lo que ha sido nuestra fuente de ingreso durante tanto tiempo. Necesitamos trabajar y alimentar a nuestras familias», expresó una de las líderes del grupo, quien también resaltó que su experiencia y conocimiento en reciclaje no son reconocidos en las alternativas propuestas por la municipalidad.
Por su parte, el alcalde Mario Reyna ha llamado al diálogo y ofreció organizar a los recicladores en asociaciones que permitan integrarlos al sistema de gestión de residuos de manera formal. Sin embargo, esta propuesta ha sido recibida con escepticismo, ya que los recicladores consideran que no garantiza la estabilidad económica que actualmente obtienen mediante su acceso al relleno sanitario.
El bloqueo de la vía ha generado preocupación entre las autoridades y los ciudadanos, ya que el relleno sanitario es crucial para la gestión de residuos sólidos en Trujillo. La paralización de sus operaciones podría tener un impacto significativo en el manejo de la basura en la ciudad, agravando los problemas ambientales y de salubridad.
Mientras tanto, la situación se mantiene tensa, con los recicladores advirtiendo que continuarán con sus medidas de protesta si no se les brinda una solución que respete su derecho al trabajo. El alcalde Reyna ha insistido en la necesidad de llegar a un acuerdo pacífico y sostenible, pero el desafío radica en equilibrar la modernización del sistema de residuos con las necesidades de un sector históricamente informal y vulnerable.