Un atentado sin precedentes sacudió la sede del Ministerio Público en Trujillo durante la madrugada del lunes, dejando daños materiales significativos en el edificio y afectando las viviendas cercanas en un radio de una cuadra. Según las primeras investigaciones, el ataque fue perpetrado por un delincuente que se movilizó en una moto lineal, simulando ser parte de un servicio de delivery.
De acuerdo con información proporcionada por especialistas y fuentes consultadas por Causa Justa, el atacante empleó un artefacto compuesto por 25 cartuchos de emulsión encartuchada de 5000 gramos, un explosivo industrial de alta potencia y resistencia al agua.
Estos cartuchos, de color amarillo, estaban equipados con detonadores mecánicos, cordón detonante y mecha lenta, una combinación que permitió una activación controlada para maximizar el impacto del ataque.
Los especialistas explican que este tipo de explosivos es comúnmente utilizado en actividades de minería para excavaciones en roca, lo que evidencia un vínculo entre el crimen organizado y la minería ilegal, actividades que proliferan en la región. «La emulsión utilizada tiene un poder destructivo enorme, especialmente cuando se manipula con precisión. En este caso, la detonación generó ondas expansivas lo suficientemente fuertes como para causar daños estructurales severos y herir a personas cercanas al lugar del ataque», detalló un perito en explosivos.
El ataque dejó no solo daños materiales en la sede del Ministerio Público, sino que también afectó varias viviendas aledañas. Ventanas rotas, paredes agrietadas y techos comprometidos son parte del panorama desolador que enfrentan los residentes del área. Además, varias personas resultaron con lesiones debido a la onda expansiva, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas fatales.
Un vecino afectado, que prefirió no ser identificado, narró: «El estruendo fue impresionante, parecía un terremoto. Las ventanas de mi casa volaron por los aires, y mi familia tuvo que refugiarse en el patio. Es aterrador pensar que estamos expuestos a este nivel de violencia».