Por Oswaldo Rivasplata
Periodista deportivo
Y en un panorama tan jodido para el conjunto de Fossati lo más saludable ha resultado que Maxloren Castro quede en la lista final del plantel que enfrentará a Colombia esta noche en la sétima fecha de las Eliminatorias, tras haber sido, inicialmente, llamado como invitado. Dieciséis años, delantero del Sporting Cristal y un hálito de esperanza, o de urgente renovación y necesario cambio.
Pues, luego, no recuerdo tanta pesadumbre en torno a un representativo y ojo que etapas malas hemos tenido muchas. Ni en los tiempos de José Macia “Pepe” que hizo cero puntos previos a Italia 90, Vladimir Popovic el 94 y jugadores que carecían de fundamentos, la prosa inútil de Uribe, las goleadas en contra de Chemo del Solar o las contradicciones de Juan Reynoso si quieren, había tanto pesimismo. “Si están cinco escalones debajo de nosotros” ha dicho un periodista colombiano refiriéndose a nuestras precariedades y el evidente gran momento del cuadro cafetero que continúa invicto y nos saca diez puntazos de ventaja en la tabla. Empero, “en el fútbol no hay lógica” decía también mi padre. Ya sino, subrayar la ironía de un comentarista local: “tendrá que haber una cadena de oraciones de 33 millones de peruanos para que Colombia haga su peor presentación de los dos últimos años”
Igual, allí estaremos. En la tribuna, pegado al radio o al pie del televisor. Rogando que con el retorno de Renato Tapia el rendimiento mejore y cada compañero juegue a nivel de ocho puntos hasta concretar lo menos probable y arañar una victoria. Empujando hasta que la última posibilidad de quebrar esa maldita costumbre se acabe.
Así, fuerza selección. A pesar de todo.