GERARDO RAFAEL CHÁVEZ LINARES, IN MEMORIAM

Por Nivardo Córdova Salinas

Periodista y director del diario digital Río Hablador.

La prematura partida del artista peruano Gerardo Rafael Chávez Linares (Arequipa, 01 de marzo de 1974 – Lima, 15 de marzo de 2022) nos confronta a todos quienes lo conocimos (especialmente su familia, amgos y colegas) en torno a la preservación y difusión de su obra, tanto en artes plásticas como en fotografía y poesía.

Artista autodidacta, temperamental, sensible, generoso, «Yayo» Chávez fue un creador a tiempo completo. Autodidacta por convicción, su formación plástica y su técnica las fue adquiriendo en el trance de la creación estética, pero su mirada sobre la vida estuvo siempre impregnada de su esencia.

Nació en Arequipa, en medio de una familia con tradición artística (su tío es el famoso pintor trujillano Gerardo Chávez López). Sus padres, Haydee Linares Braizat y Adolfo Chávez López (+), siempre alentaron su vocación por el arte.

Algunos datos de su temprana biografía pueden ser relevantes para confirmar su pasión por el Perú. Nació en Arequipa, pero su infancia transcurrió en Trujillo, realizando sus estudios primarios en el Colegio Claretiano. La secundaria la realizó en el Colegio Salesiano Don Bosco de Piura. Otras ciudades dentro de su itinerio fueron Chiclayo y Lima.

CHICLAYO Y EL MOVIMIENTO CROMOLÍRICO TRAZOS

Yayo Chávez radicó varios años en la ciudad de Chiclayo, especialmente en la década del 2000, donde realizó con ímpetu su vida como pintor y escultor, y también como un activista y promotor del arte a través del famoso Movimiento Cromolírico Trazos, que fundó junto con el desaparecido artista Ramón Montenegro Serquén, entre otros creadores, realizando muestras colectivas y manifiestos en favor de la creación de una Escuela Superior de Bellas Artes para Chiclayo.

Realizaron también múltiples exposiciones colectivas, no solo en galerías sino también en el Parque Principal de Chiclayo. Solían reunirse, en largas conversaciones, en el otrora Café Tambo Real, en la esquna de la Av. Luis Gonzales y Jr. Ízaga, centro de fecundas tertulias artísticas a las que acudían los poetas Juan Ramírez Ruiz (cofundador del Movimiento Hora Zero), Carlos Ramírez Soto, Max Dextre, Carlos Bancayán, entre otros pintores tales como Walter Vargas Tocto, Hugo Rojas Monzón, Carlos Delgado «Cardel», Jorge Fernández Espino, entre otros.

En ese entonces el estilo de su pintura es expresionista, una explosión de colores se cierne en su mirada introspectiva, en busca del yo consciente e inconsciente, trasmitando el dolor y la tristeza con una paleta infinita. En algunos cuadros se aprecian influencias de otro gran artista peruano: Sérvulo Gutiérrez. Su serie de «Autorretratos» destaca por la fuerza de los trazos, desesperación por decir su verdad, intensidad, pintura de acción y reacción. Es también la época de su incursión en otras técnicas como el grabado y la escultura, manteniendo siempre su devoción por el color en todas sus vertientes.

Años después, el artista radica en la ciudad de Lima, donde paralelamente a su pintura empieza a desarrollar un contundente trabajo fotográfico, especialmente retratos donde buscaba capturar la esencia del alma humana. En marzo de 2016 realizó su primera muestra fotográfica individual en la Alianza Francesa bajo el título «Una mirada diferente al mundo», donde capta magristralmente la alegría, tristeza, soledad de una serie de personas, aparentemenete anónimas: payasos, amas de casa, ancianos, vagabundos, transeúntes.

En los últimos años encontró en la escritura, especialmente en la poesía, una forma de expresar su mundo interior, desgarradoramente. Cada frase es un destello impetuoso salido desde las entrañas de su ser. Poesía expresiva, dramática, intensa, como lo fue su pintura y su fotografía.

Queda pendiente el reto de preservar y difundir su obra cultural, humana y artística. Descansa en paz, querido Gerardo Rafael Chávez Linares, «Yayo». Dios te tenga en su santa gloria; que brille para ti la luz perpetua.

ENTRE LA NOCHE Y EL DÍA (poema de Yayo Chávez)

La vida busca que conozca de la muerte, los silencios de la noche atormentan al ser, atormentado recuerdo que calcina mi pensamiento, juegos mundanos llenos de ira, verdades sonando a música que no existe, el ruido llega con sabor a distancia sin tiempo, un cigarrillo entumece mis labios quemados por el frio, música hilarante sonando a canción perdida, el tiempo llega sin aviso y con estruendo, no hay descanso si el alma sucumbe a mi deseo, eterna verdad que llega sin previo aviso, nuestra distancia la separa la pared inconclusa, sabio y enternecedor recuerdo anula los sentidos extraños, ahora vuelvo sin pensar en el momento, ser eterno es la distancia del alma y la mente, entre la noche y el dia soy un abstracto recuerdo. (Gerardo Rafael Chávez Linares, Lima, 13 Marzo del 2022)

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