La tarde del 5 de marzo, en la playa Las Delicias, sector Acapulco, se vivió un dramático episodio cuando un hombre de 29 años desapareció en el mar tras ser arrastrado por una fuerte corriente marina.
La alerta fue dada alrededor de las 18:00 horas, cuando un grupo de personas observó a un joven haciendo señales de auxilio a unos 300 metros mar adentro, luchando contra el oleaje hasta que finalmente desapareció de la vista. De inmediato, personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) desplegó un operativo de búsqueda en el mar y a lo largo de la orilla, sin obtener resultados hasta el cierre de esta nota.
Según el testimonio de testigos, la víctima, identificada como Luis Manuel Huaripata Anticona, habría ingresado al agua sin percatarse de la bandera roja instalada en la zona, la cual advertía sobre la peligrosidad del oleaje anómalo registrado en los últimos días. Su hermano, Roberto Carlos Huaripata Anticona, fue quien se acercó a las autoridades para confirmar la identidad del desaparecido y brindar información que pudiera contribuir con su localización.
Las autoridades han reiterado la advertencia sobre los peligros de nadar en zonas no aptas debido a las corrientes impredecibles y la fuerza del mar. La playa Las Delicias ha sido una de las más afectadas por los oleajes anómalos, lo que llevó a las autoridades a colocar banderas rojas como señalización preventiva. Sin embargo, la falta de vigilancia constante y la imprudencia de algunos bañistas continúan generando situaciones de riesgo.
Equipos de salvataje y unidades de rescate de la PNP continúan la búsqueda del joven, coordinando esfuerzos con pescadores locales y voluntarios. Se espera que en las próximas horas, con la luz del día, las labores de rastreo puedan intensificarse y ampliar el radio de acción.
La familia de Luis Manuel Huaripata Anticona espera con angustia noticias sobre su paradero y ha solicitado el apoyo de más efectivos de salvataje y equipos especializados para agilizar la búsqueda. Mientras tanto, se reitera el llamado a la población a respetar las advertencias y no ingresar al mar en zonas de alto riesgo, donde las condiciones pueden cambiar en cuestión de segundos y poner en peligro vidas humanas.

