El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, se encuentra consternado ante el reciente daño sufrido contra la muralla de época colonial de Trujillo, un importante Patrimonio Cultural de la Nación, como resultado de una acción ilegal con maquinaria pesada. Las consecuencias de este incidente son severas y han llevado al Ministerio de Cultura a tomar medidas legales y de preservación cultural sin precedentes.
Este baluarte se encuentra enclavado en el corazón de Trujillo, entre las avenidas España y Miraflores, y la calle Minería. Esta estructura histórica es una parte vital de la riqueza cultural de la región y se ubica en una zona protegida y de tratamiento especial, tal como lo establece el Plan de Manejo del Centro Histórico de Trujillo, decretado por la Municipalidad Provincial de Trujillo. Esto significa que cualquier intervención en este sitio histórico requiere la debida autorización, que, en este caso específico, no se solicitó ni se obtuvo.
Expertos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, en coordinación con la Policía de Turismo y representantes de la Contraloría General de la República, llevaron a cabo una investigación detallada del lugar afectado. Lo que encontraron fue estremecedor: las rejas que protegían el interior del Baluarte habían sido arrancadas desde sus bases. La sospecha es que este daño fue ocasionado por maquinaria pesada, posiblemente en horas de la madrugada.
Este incidente ha desencadenado una serie de consecuencias devastadoras, incluyendo daños al adobe y la formación de grietas en una de las esquinas del baluarte. Este sitio histórico, que data del siglo XVII, ha sido restaurado a lo largo de los años con el propósito de conservar su valor histórico, arquitectónico y urbanístico, lo que lo convierte en un elemento vital en el desarrollo de la ciudad.
Compromiso con la Justicia y la Preservación del Patrimonio
Las autoridades afirmaron enfáticamente que se seguirá el procedimiento legal en respuesta a este acto atroz. El acta de inspección elaborada por la Policía de Turismo y el personal de la DDC será enviada a la Fiscalía de Turno. Se ha solicitado que se inicie una investigación de acuerdo con el artículo 230 del Código Penal, que contempla el delito contra el patrimonio cultural.
Este patrimonio es fundamental tanto para la identidad individual como colectiva de la ciudadanía. Además, ha exigido a las autoridades que cumplan con su deber de proteger y preservar estos valores culturales excepcionales, que son esenciales para las generaciones futuras.
La muralla en cuestión fue construida con la finalidad de salvar a la ciudad colonial de posibles invasiones de piratas y corsarios. En su apogeo, existían 15 baluartes en el perímetro que hoy ocupa la avenida España, y sus nombres estaban relacionados con las familias o personajes notables de la época que financiaron su construcción. En la actualidad, en Trujillo, solo queda un baluarte completo. La importancia de preservar su arquitectura es innegable.