La violencia criminal vuelve a golpear a la provincia de Chepén. Por segunda vez en menos de una semana, un grupo de delincuentes detonó un cartucho de dinamita en el portón principal del Estadio Municipal “Juan Noriega Salazar”, donde se ejecutan las obras de mejoramiento del recinto deportivo valorizadas en más de 24 millones de soles.
El hecho ocurrió alrededor de las 6:50 de la mañana, cuando solo se encontraba en el lugar el vigilante, quien alertó a la Policía tras escuchar la explosión. A los pocos minutos, agentes del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) Chepén llegaron al lugar y hallaron un manuscrito con amenazas dirigidas contra los ingenieros y obreros del proyecto.
Amenazas escritas
El mensaje dejado por los atacantes advertía: “Que me levante línea el que está a cargo de la obra, caso contrario atentaré contra los ingenieros u obreros. Aquí estamos activos 24/7. El terror del más hablador”.
Según las primeras hipótesis policiales, se trataría de un nuevo intento de extorsión a la empresa ejecutora del proyecto, cuyos responsables habrían recibido exigencias de pago de un supuesto “cupo de seguridad”.
Antecedente reciente
El 17 de octubre, el mismo estadio fue blanco de otro ataque con explosivos, también dirigido contra el portón principal ubicado en el jirón Guadalupe. En aquella ocasión, los responsables no dejaron mensajes, pero el patrón de amenaza coincide con los métodos usados por bandas extorsivas que operan en la zona norte del país.
A pesar de la magnitud de los atentados, los criminales continúan actuando con aparente impunidad, desafiando la presencia policial y la autoridad municipal.
La Policía Nacional del Perú (PNP) informó que se han iniciado diligencias de investigación para identificar a los responsables y determinar si ambos ataques están vinculados a una misma red criminal.
“Todo apunta a una organización dedicada a la extorsión en obras públicas. Estamos trabajando con la División de Criminalística y la Fiscalía para ubicar a los autores materiales e intelectuales”, señaló una fuente policial.
La obra de mejoramiento del estadio, financiada con recursos públicos, busca dotar a la ciudad de Chepén de un moderno complejo deportivo. Sin embargo, los continuos atentados amenazan con paralizar los trabajos y poner en riesgo la integridad del personal técnico y obrero.
