*Por: Eliana Villavicencio Urteaga
Mil 890 podría ser un número sin importancia para cualquiera que está leyendo esta nota. Pero, para Walter V.I. cobra un significado vital porque se trata de mil 890 días libre de cáncer de vejiga.
Con 68 años de vida, Walter fue diagnosticado de tumores malignos en la vejiga, allá por el 2017. La noticia le cayó como un balde de agua fría en pleno invierno porque eso implicaba no solo someterse a cirugías y tratamientos desconocidos para él y su familia, sino que además le significaba dejar atrás “la ruta”, ese trabajo como transportista interprovincial en el cual llevaba más de cuarenta años y que le permitió mantener a su familia.
Este hombre maduro caminaba meditabundo por los pasillos del hospital Víctor Lazarte Echegaray de Essalud, en Trujillo, afrontando las molestias, el dolor, las constantes micciones con sangre y, también aquellos terribles pensamientos en los que las esperanzas de seguir con vida se extinguían. Ponerse en manos de los médicos urólogos de este nosocomio y -como creyente- en Dios, fue su mejor decisión, manifiesta ahora al recordar los momentos difíciles que lo tocó atravesar en su salud.
“Me realizaron tres cirugías. Recuerdo que en un principio, la ecografía indicaba que se trataban de tres tumores. Grande fue la sorpresa cuando el médico encontró once tumores y en esa ocasión solo pudo extirpar ocho. En la segunda intervención [quirúrgica], solo pudieron retirarme dos debido a que había dificultades, ya que estaban situados en la parte superior de la vejiga. Para la tercera intervención me retiraron el último tumor, el más grande. Después de ello, inicié mi tratamiento…”, relata Walter con la mirada fija en un solo punto de la pared de su casa.
Walter fue candidato para ser sometido a un desconocido (para los pacientes), pero ya bien usado tratamiento para vencer el cáncer de vejiga: las terapias biológicas. En su caso, 16 vacunas de BCG (Bacilo de Calmette – Guérin), las mismas que se utilizan para prevenir la Tuberculosis, pero en dosis más altas, fueron las que favorecieron a su cura. “Recuerdo que me colocaban una vacuna semanalmente y llegue a recibir 16 vacunas en total dentro de la vejiga. Tenía que permanecer dos horas sin miccionar. Fueron días difíciles…”, comenta.
Han pasado cinco años desde que dejó atrás el tratamiento que hoy le permite seguir disfrutando de la vida y su familia. En la actualidad, debe asistir a su chequeo anual a través de cistoscopías (procedimiento para observar la uretra y la vejiga con una herramienta llamada cistoscopio) para confirmar que se encuentra libre de tumores y eso lo reconforta. Cuando piensa en que las cosas pudieron haber sido peor, recuerda que este tratamiento alternativo lo salvó.
Científicamente eficiente
Así como él, miles de pacientes diagnosticados con neoplasia de vejiga no invasivo han podido ver una luz de esperanza y calidad de vida gracias a las vacunas del BCG, una de las terapias biológicas con eficacia en el Perú.
Así lo refiere la Resolución N° 175 – 2023 – J/INEN, que aprueba el procedimiento normalizado de trabajo de vacuna viva del Bacilo Calmette – Güerin para cáncer de vejiga para uso intravesical, la cual señala que la vacuna BCG intravesical (se inyecta dentro de la vejiga) para tratar el cáncer de vejiga no músculo invasivo es una terapia que ha mostrado científicamente su efectividad para disminuir recurrencia y/o progresión de cáncer de vejiga no músculo invasivo de alto riesgo.
A nivel mundial, se calcula que más de medio millón de personas fueron diagnosticadas con cáncer de vejiga durante el 2020. En Perú, según las estadísticas del Ministerio de Salud, el cáncer de vejiga se encuentra en el octavo lugar del ranking de enfermedades neoplásicas en varones menores de 65 años y a nivel general ocupa el décimo segundo lugar. La letalidad en este tipo de cáncer dependerá mucho de la progresión de la enfermedad.
Sobre el particular, el médico urólogo del Hospital Víctor Lazarte Echegaray, Eloy Castañeda Carranza, con 35 años de experiencia como especialista en el campo de la Urología, manifestó que a la actualidad la vacuna del BCG es el mejor tratamiento para combatir el cáncer de vejiga superficial.
“Se trata de una terapia inmunomoduladora (sustancias que usan para mejorar la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer) usada desde la década del noventa en el país. Son candidatos a recibir este tratamiento los pacientes que han sido diagnosticados con cáncer de vejiga superficial y a los que se les ha sometido a una resección transuretral de tumor de vejiga y como medida para evitar la recidiva (rebrote de la enfermedad) se plantea tratamiento con BCG”, manifestó Castañeda Carranza.
El galeno señaló que antes se usaba ampollas quimioterápicas para enfrentar el cáncer de vejiga, pero la recidiva era mayor al 40%. Es decir, que de 100 pacientes que se sometían a este tratamiento, 40 recaían. Sin embargo, con las vacunas del BCG, la recidiva disminuyó a menos del 5%, por lo que actualmente es considerada como la terapia con resultados positivos para los pacientes. //