La minería ilegal, un problema persistente en diversas regiones del Perú, está alcanzando cifras alarmantes en La Libertad. Según Greco Quiroz Díaz, expresidente de la Comisión de Energía y Minas del Consejo Regional de La Libertad, esta actividad ilícita ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. En septiembre de 2023, Quiroz reveló que la minería ilegal movía S/ 220 millones mensuales en la región. Sin embargo, a medida que la minería ilegal se expande hacia nuevas áreas, se estima que el movimiento económico de esta actividad ha alcanzado los S/ 300 millones mensuales en 2024.
La expansión de la minería ilegal no solo implica un aumento en los ingresos ilícitos, sino también en las áreas afectadas. Quiroz señala que la presencia de mineros ilegales se ha incrementado en zonas como Coigobamba y cerca de la laguna de Sausacocha, en Huamachuco. Además, la provincia de Pataz, conocida por sus ricos yacimientos de oro, ha visto un crecimiento significativo en actividades mineras no reguladas.
Este incremento en la minería ilegal está estrechamente vinculado al alza en el precio del oro, que ha aumentado en un 30% en el último año. Con el precio del metal precioso en niveles históricamente altos, las organizaciones criminales han intensificado sus operaciones, lo que ha disparado los ingresos provenientes de esta actividad ilícita.
Francisco Huerta, decano del Colegio de Economistas de La Libertad, advierte que la minería ilegal no solo representa un problema económico, sino también un riesgo significativo para la seguridad y el bienestar de la población. «Las organizaciones criminales que controlan la minería ilegal son extremadamente peligrosas. No solo están involucradas en la extracción y comercialización ilegal de oro, sino que también recurren a la violencia, secuestros, y extorsiones para proteger sus operaciones», afirmó Huerta.
Estas organizaciones operan al margen de la ley, sin pagar impuestos y en condiciones laborales deplorables. Los trabajadores de estas minas ilegales son a menudo sometidos a jornadas extenuantes en entornos inseguros, sin acceso a servicios básicos ni derechos laborales. Además, la minería ilegal tiene un impacto devastador en el medio ambiente, causando la deforestación, contaminación de ríos y suelos, y la destrucción de ecosistemas enteros.
Lo más alarmante es que, según las proyecciones de Quiroz, la minería ilegal podría superar al narcotráfico en términos de ingresos económicos para el cierre de 2024. Se estima que la minería ilegal podría generar hasta 14 mil millones de dólares, mientras que el narcotráfico movería alrededor de 12 mil millones de dólares. Esta situación coloca a la minería ilegal como una de las actividades criminales más lucrativas en el país.