La noche del martes en Trujillo se tiñó de un oscuro manto de violencia, dejando a su paso una estela de miedo y desasosiego. En un contexto de estado de emergencia, donde se supone que la vigilancia policial debería ser constante, la delincuencia logró hacer de las suyas, irrumpiendo en dos establecimientos comerciales y sembrando el caos en la ciudad.
El primer acto delictivo tuvo lugar en el local de comida rápida «Alifast», ubicado en la calle Las Acacias de la urbanización Arboleda, a espaldas de la UPAO, cerca del Real Plaza. Alrededor de las 11 de la noche, un vehículo Kia de placa T5W-466 se detuvo frente al establecimiento. De este automóvil descendieron tres individuos enmascarados y armados, cuya presencia causó pánico entre los presentes. Con gestos intimidantes y palabras cargadas de agresividad, los asaltantes obligaron a los clientes a entregar sus pertenencias en un acto rápido y violento que dejó atónitos a todos los presentes.
Poco después, la urbanización Primavera se convirtió en el escenario de otro asalto, esta vez en la popular pizzería «Fabianos». Alrededor de las 9 de la noche, un grupo de individuos armados irrumpió en el local, generando un clima de terror entre los comensales y empleados. Con la misma violencia y rapidez que en el caso anterior, los delincuentes exigieron la entrega de celulares, carteras, billeteras y dinero en efectivo, sembrando el caos y la confusión en el establecimiento.
Ambos eventos dejaron una sensación de inseguridad y vulnerabilidad en la población trujillana, que veía con preocupación cómo la delincuencia lograba operar impunemente incluso en áreas que antes se consideraban seguras. La rápida acción de los asaltantes y su capacidad para evadir a las autoridades evidenciaron la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la ciudad y de redoblar los esfuerzos para combatir la criminalidad.
Los agraviados, en estado de shock por lo ocurrido, fueron asistidos por el personal policial y trasladados a la Comisaría de El Alambre, donde se espera que brinden sus testimonios para ayudar en las investigaciones. Mientras tanto, la comunidad de la urb. Primavera se sumió en la incertidumbre y el temor, consciente de que la violencia había golpeado a su puerta y que era necesario tomar medidas urgentes para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos.
