Esta vez la violencia se registró en el anexo de Cedro, en la provincia de Pataz, en la sierra de La Libertad. Un ataque con arma de fuego acabó con la vida de Esequias Bustos Rodríguez, de 66 años, y dejó a tres jóvenes gravemente heridos. El hecho, que ocurrió cerca del campamento de la Compañía Minera Poderosa S.A., a unos 150 metros de la carretera de trocha carrozable, ha generado una profunda conmoción en la población local, que vive con la sombra creciente de la inseguridad y la violencia en la región.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron un escenario desolador: el cuerpo sin vida de Esequias Bustos Rodríguez, tendido en el suelo en posición cúbito dorsal. Bustos, quien residía en la zona, presentaba múltiples impactos de bala. Las marcas en su cuerpo eran inconfundibles: tres orificios en el tórax y cuatro en la espalda, todos aparentemente causados por proyectiles de arma de fuego.
Junto al cuerpo de Bustos, la policía encontró a un hombre herido, tendido en el suelo y visiblemente afectado por los disparos. El herido fue trasladado de inmediato al centro de salud del anexo de Zarumilla, donde recibiría atención médica de urgencia.
La situación se complicó cuando, al llegar al centro de salud, el personal de la PNP descubrió que otras dos personas, identificadas como Carlos Antonio Lozano García (21) y Yuliño Pablito Lozano García (24), también habían sido ingresadas en el establecimiento con heridas de bala, falleciendo a los pocos minutos. Los tres presentaban diagnósticos similares: shock hemorrágico hipovolémico, una condición crítica causada por la pérdida masiva de sangre, y todos habían sido alcanzados por proyectiles de arma de fuego.
