Los funcionarios del Gobierno Nacional responsables de dar pase al destrabe de Chavimochic para terminar la construcción de la presa Palo Redondo tienen miedo de firmar documentos aprobando el reinicio de los trabajos y eso puede conllevar a la paralización por tres o cinco años más de esta parte del proyecto, dijo el gobernador regional Manuel Llempén Coronel.
“Si no quieren asumir responsabilidades tomaré ese riesgo de comprometer mi honor”, señaló, recordando que mediante un decreto supremo había la posibilidad de terminar la presa como obra pública, pero que pasaron cinco años y en el Gobierno Nacional no quieren asumir responsabilidades.
Agregó que dirigió un documento al contralor general de la República, Nelson Shack Yalta y a los ministros del MEF y Midagri, dando a conocer su preocupación por el tiempo transcurrido -cinco años- sin que se pueda destrabar la III etapa del proyecto.
Si sale el fallo del laudo la obra se paralizará tres años o algo más y eso podría ocasionar graves daños a la reactivación económica en La Libertad, además de grandes pagos del Estado por resarcimientos, siendo que solo falta 129 millones de dólares para terminar la obra y que si sale el laudo posiblemente se tenga que pagar mucho más.
Nuestra propuesta, desde el inicio de la gestión, fue que se le permitiera a la concesionaria culminar la presa Palo Redondo, que está avanzada en un 70%, para que una vez terminada se resuelva el contrato y dejen la concesión, a lo que habían dado su aprobación, sin que eso implique mayores pagos a los previstos en el contrato.
Esto aún sigue vigente, pero está por salir el laudo arbitral y eso va a complicar todo. Por eso en el oficio enviado se plantea la firma de un documento entre el Gobierno Regional de La Libertad y la concesionaria, con el acompañamiento de la Contraloría, pero debe firmarse antes que salga el resultado del laudo y para eso el Midagrí debe devolver la titularidad de esta parte del proyecto al gobierno regional.
Esta sería la alternativa más aceptable para los intereses de La Libertad considerando que ninguna empresa de prestigio en este tipo de obras aceptaría bajo contrato terminar el 30% de lo que falta de la presa y asumir la responsabilidad del 100% de la obra.
He solicitado que la concesionaria termine la presa a precios originales del contrato y dejen la concesión. Hay la voluntad de hacerlo por parte de ellos. Por el bien de mi región y no teniendo nada que esconder, quiero recuperar la titularidad y firmar con la Contraloría el reinicio de la obra en vista que el MEF y Midagri no asumen ese liderazgo, expresó Llempén.
Desde el principio se conversó con la Cámara de Comercio, academia, colegios profesionales, autoridades y representantes de la sociedad civil, y brindaron su apoyo para gestionar el reinicio, Lamentablemente son cinco años perdidos por la falta de voluntad política y de decisión para firmar documentos por temor a lo que pueda ocurrir después.
Hoy hay delito por omisión, por dejar de hacer las cosas. Si el Ejecutivo no se decide yo voy a firmar el reinicio, porque estaríamos dando empleo a 120 mil familias con las 30 mil has que se van a incorporar a la agroexportación, generando 1,500 millones de dólares cada año por exportaciones, añadió.
Pidió seguidamente que la representación parlamentaria liberteña haga una sola fuerza y se sume a este pedido que implica no solo asegurar agua para la agroexportación sino también para dar seguridad alimentaria a las provincias de Virú y Trujillo.
Aquí no hay nada que esconder. Desde el año 2014 en que se firmó el contrato con la concesionaria para III etapa del proyecto no se ha descubierto ningún tema de corrupción y el contrato está vigente, podemos acogernos a eso para reiniciar la obra y terminar la presa antes que salga el fallo del laudo arbitral, acotó.
Han pasado cinco años de gestiones para el reinicio del proyecto Chavimochic y hubo cuatro presidentes de la República, tres Congresos y muchos ministros. Hubo incontables reuniones con ministros y los funcionarios del proyecto Chavimochic y son los asesores de los ministerios los que ponen trabas y no han permitido avanzar en este objetivo.
Si sale el laudo arbitral, se resuelve automáticamente el contrato con la concesionaria, pero han adelantado que irían a otras instancias. En el mejor de los casos, se tendría que convocar a un nuevo concurso para terminar la presa y eso significa hacer un nuevo expediente, pero no hay la seguridad que empresas internacionales se interesen en terminar el 30% que falta.
Si la concesionaria retoma los trabajos, han adelantado que después de llevar la maquinaria pesada necesaria al terreno en ocho meses terminarían los que falta de la presa.
Cada año el río Santa trae menos agua y eso va a ser el bien más preciado en el mundo en poco tiempo. ¿Qué esperamos para tener lista la represa Palo Redondo? Hemos dicho a las autoridades nacionales y han pasado cinco largos años sin resultados.