Se ha revelado una red de corrupción dentro de la Policía Nacional del Perú (PNP), donde oficiales y suboficiales asignados en puestos fronterizos en Piura están involucrados en prácticas delictivas vinculadas a la minería ilegal y el contrabando en la frontera entre Perú y Ecuador.
Los informes de Inteligencia, dados a conocer por la revista «Hildebrandt en sus Trece», detallan cómo ciertos miembros de la PNP, designados en los puestos fronterizos, son piezas clave en las operaciones del crimen organizado.
El coronel José Alfaro, jefe de la oficina regional de Inteligencia de Piura, presentó un informe en enero pasado identificando a estos agentes que actúan en complicidad con los capos de la minería ilegal y el contrabando.
Según el reporte, uno de los implicados es Sergio Cayrús Silva, un conocido capo del contrabando y la minería ilegal que opera en la frontera piurana bajo la protección de funcionarios públicos. Cayrús estaría vinculado con delincuentes nacionales y extranjeros para mantener el control de las actividades mineras ilícitas en la región.
Los documentos también señalan que miembros de la PNP, liderados por el capitán Giancarlo Durán Ávila, estarían cobrando grandes sumas de dinero a los contrabandistas en la ciudad de Sullana.
Además, se revela que la Policía de Carreteras estaría pasando por alto estas actividades ilícitas con previa coordinación de sobornos.
La corrupción dentro de la PNP no se limita solo al cobro de coimas. Se ha encontrado evidencia de traslados fraudulentos de agentes que pagan dádivas para obtener reubicaciones más rentables en puestos fronterizos.
Al menos cinco integrantes del área de Recursos Humanos en Piura están involucrados en este esquema, donde las tarifas por traslado oscilan entre los 1,000 y 3,000 soles.
Además, se ha identificado a suboficiales como Jaime Cruz Plascencia y Edgar Zapata Estrada, quienes están implicados en amenazas de muerte al coronel Alfaro, responsable de recopilar la información sobre esta red de corrupción.
Ante estos graves señalamientos, la confianza en la PNP se ve severamente afectada, mientras que las autoridades correspondientes se ven presionadas para tomar medidas inmediatas y contundentes contra los responsables, con el fin de restaurar la integridad y el prestigio de la institución policial en la región.
