A pesar de la participación de diferentes instituciones como el Gobierno Regional, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Bomberos, entre otras, quedó evidenciado que los únicos que pudieron establecer las comunicaciones de emergencia imprescindibles en estos casos, fueron los radioaficionados con su propia unidad móvil y equipos.
Como se sabe la radio es un sistema de comunicación independiente que no depende ni de operadores de telefonía, internet, ni de empresas generadoras de electricidad, pues funciona con autonomía para operar y se alimenta de baterías de 12 voltios de automóviles.
Por otro lado, los radioaficionados son ciudadanos debidamente autorizados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones para operar sus estaciones fijas o portátiles, y esta misma entidad ha definido como servicio público a esta rama de la comunicación.
Por lo tanto, al invertir en sistemas de comunicación, que a la hora de una emergencia real – como ha sido demostrado esta mañana – no van a funcionar – las instituciones deberían pensar en la radio como la única solución segura y efectiva para establecer la comunicación inicial de primera línea durante las emergencias.