En medio de la controversia política y las deliberaciones sobre la vacancia del alcalde suspendido Arturo Fernández Bazán, el actual alcalde de Trujillo, Mario Reyna, adopta una postura cautelosa y centrada en la gestión municipal.
Reyna sostiene que es prematuro emitir una opinión sobre la vacancia sin conocer la resolución completa del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Su enfoque principal, asegura, está en la transformación y mejora de la ciudad.
«El futuro de Trujillo depende de la autoridad en turno, quien debe asentar bases firmes para una gestión pública efectiva», afirmó Reyna, quien asumió el cargo tras la suspensión judicial de Fernández. Dijo que, bajo su liderazgo, la municipalidad se ha comprometido con la ejecución de 24 proyectos de inversión y dos grandes obras por impuestos, que prometen revitalizar la avenida Perú y la prolongación Cesar Vallejo, en colaboración con Cementos Pacasmayo.
“El futuro de Trujillo depende de que autoridad le toque y ésta debe dejar sentadas las bases sólidas para una correcta gestión pública, por ello los funcionarios que tenemos en la actual gestión van dejar la administración encaminada, así continúen en la gestión o lo dejen a otra autoridad”, precisó la autoridad edil.
Reyna describió su gestión como una cruzada por una Trujillo más limpia, verde, segura y ordenada. Ha señalado importantes avances en la mejora de vías, áreas verdes y la recolección de residuos sólidos. Además, destacó las mejoras en el trato interpersonal y las relaciones públicas dentro de la municipalidad, enfatizando una administración pública basada en el respeto y la eficiencia.
“Por una sentencia judicial, el alcalde Arturo Fernández tuvo que dejar el cargo y yo como primer regidor asumí la alcaldía y lo único que hecho es enrumbar la municipalidad hacia una correcta administración y las buenas relaciones, porque es una institución pública que merece respeto”, dijo Mario Reyna.
“Retroceder para hacer las cosas a dedo, como hacer las licitaciones con un solo postor, no puede volver a pasar, porque lo dicen los órganos de control del Estado como el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) y la Contraloría General de la República”, opinó.
La administración de Reyna se presenta como un antídoto contra las prácticas anteriores que, según él, favorecían licitaciones con un único postor, algo que critica abiertamente y considera un retroceso para la ciudad. «No podemos volver a esos tiempos,» declaró, aludiendo a la importancia de adherirse a las normativas del Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) y las directrices de la Contraloría General de la República.