En una ciudad en expansión como Trujillo, la gestión de aguas residuales ha dejado de ser una cuestión secundaria para convertirse en un desafío crucial. La urbanización acelerada y el aumento de la población en distritos como La Esperanza, El Porvenir, Alto Trujillo, Florencia de Mora, Víctor Larco y Huanchaco ha hecho que el tratamiento de aguas residuales sea una prioridad.
Ante esta necesidad, Sedalib, la empresa responsable de los servicios de saneamiento en la región, ha presentado una serie de observaciones técnicas y propuestas que buscan optimizar el proyecto de «Tratamiento de Aguas Residuales para Disposición Final o Reuso». En el centro de la discusión están las plantas de tratamiento de Covicorti y El Tablazo, dos instalaciones claves para el manejo de las aguas residuales en Trujillo y alrededores.
La diferencia entre las plantas de tratamiento de Covicorti y El Tablazo radica principalmente en su ubicación y, por ende, en la forma en que gestionan el traslado de las aguas residuales. La PTAR Covicorti, situada a 14 metros sobre el nivel del mar (msnm), depende de un sistema de bombeo para recibir y tratar las aguas. Estas llegan a una estación de bombeo situada a 5 metros de profundidad y luego son impulsadas hacia la planta, lo que genera un consumo energético considerable.
Por otro lado, la PTAR El Tablazo, situada a 45 msnm, se beneficia de su ubicación estratégica, que le permite operar con un sistema de gravedad. Esto significa que las aguas residuales llegan directamente a la planta sin necesidad de bombeo, lo que representa una ventaja significativa en términos de ahorro de costos operativos y eficiencia energética.
Una de las mayores fortalezas de la PTAR El Tablazo es que las aguas residuales pueden ser conducidas por gravedad, lo que reduce la necesidad de energía y optimiza el proceso de tratamiento. Sedalib ha destacado esta ventaja en varias oportunidades, señalando que El Tablazo no solo es más eficiente, sino que también ofrece una mayor proyección de cara al crecimiento urbano de Trujillo, que se está orientando hacia la zona norte, más cercana a esta planta.
Actualmente, la PTAR El Tablazo cuenta con un emisor submarino de 9,000 metros de longitud y 1,800 mm de diámetro, financiado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento en 2002, lo que le permite gestionar grandes volúmenes de aguas residuales de manera eficiente. Este emisor es clave para garantizar que las aguas tratadas sean dispuestas adecuadamente, minimizando el impacto ambiental.
Además, la planta cuenta con un área saneada de 87 hectáreas, de las cuales 5 están forestadas, lo que no solo contribuye a mejorar el entorno ambiental, sino que también abre la posibilidad de utilizar las aguas tratadas para fines agrícolas o la regeneración de áreas verdes. Esto es un ejemplo tangible de cómo el tratamiento de aguas residuales puede ir más allá de la disposición final y convertirse en una herramienta para la sostenibilidad.
A pesar de su importancia para la región, la PTAR Covicorti enfrenta varios desafíos. Uno de los principales es el sistema de bombeo, que genera altos costos de operación debido a la energía requerida para trasladar las aguas residuales desde áreas bajas hasta la planta de tratamiento. Además, para descargar el emisor submarino también se requiere un segundo sistema de bombeo, lo que aumenta aún más los costos.
Otra complicación que enfrenta Covicorti es el traslado de aguas residuales desde sectores como El Milagro y parte de La Esperanza. Debido a que estos distritos están ubicados a más de 100 msnm, se necesita construir una estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) para que las aguas lleguen a Covicorti. Sin embargo, este proceso implica un recorrido adicional de 8 km, lo que puede afectar la calidad del agua debido a la generación de gases y la degradación de las aguas residuales.
Además, Sedalib ha señalado la necesidad de realizar un saneamiento completo del terreno que ocupa Covicorti. Aunque esta planta ha sido fundamental en el tratamiento de aguas residuales en la región, su infraestructura necesita modernizarse para enfrentar el creciente volumen de aguas que recibe diariamente.
Ante estos desafíos, Sedalib ha propuesto que la PTAR El Tablazo juegue un papel más central en el futuro del tratamiento de aguas residuales en Trujillo. Su ubicación estratégica y su capacidad para operar por gravedad la convierten en una opción más sostenible a largo plazo. Además, la planta tiene la ventaja de poder reutilizar las aguas tratadas en la agricultura o en la creación de bosques, lo que no solo ayudaría a mejorar el entorno ambiental, sino que también contribuiría a la seguridad hídrica de la región.
La expansión urbana de Trujillo hacia el norte refuerza la necesidad de invertir en la PTAR El Tablazo para asegurar que pueda satisfacer las demandas crecientes de tratamiento de aguas residuales. Con una infraestructura adecuada y una visión de futuro, esta planta tiene el potencial de convertirse en un modelo de eficiencia y sostenibilidad para toda la región.