Las cifras de la propia Policía son para ponerse a llorar, por la pésima estratégica que se está aplicando para enfrentarse al hampa, pero a la vez de mucha preocupación, pues las organizaciones criminales en Trujillo están operando con total impunidad manchando las calles a punta de sangre y plomo.
De enero a la fecha se han registrado 36 asesinatos, todos ellos a balazos, la mayoría con pistolas de 9 milímetros, disparados por sicarios a sueldo que hasta ahora no pueden ser localizados por las fuerzas del orden.
Es decir, se están presentado un homicidio a diario, 18 de los cuales son por ajustes de cuentas, de acuerdo al jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Trujillo, coronel PNP Javier Méndez, que, a estas alturas, se ha convertido en un “cuenta muertos”, pues hasta ahora no hay casos esclarecidos.
“Es materia de investigación”, es la respuesta, ya trillada, que suele dar este oficial, hombre de confianza del general Augusto Ríos Tiravanti, cada vez que le preguntan por un hecho de sangre que se registra en la ciudad que, poco a poco, se está convirtiendo en “la capital de la eterna balacera”.
Solo en lo que va de febrero, en estos primeros seis días, se han cometido 5 homicidios ante un comando policial que, hasta ahora, no encuentra el rumbo, menos la estrategia para parar con todo esto. ¡Dios nos salve!
