Diecisiete mineros permanecen atrapados en un socavón en la zona de Huaca Palpa tras un atentado ocurrido el pasado domingo, cuando mineros ilegales y delincuentes dinamitaron una torre de energía de la compañía minera Poderosa. Este acto no solo dejó sin energía eléctrica a la operación minera, sino que generó un derrumbe que selló la entrada del socavón, dejando a los trabajadores sin posibilidad de escape.
Desde el momento del incidente, brigadas de rescate trabajan arduamente para intentar liberar a los mineros atrapados. La Municipalidad Distrital de Pataz, liderada por el alcalde Segundo Armas Villalobos, ha dispuesto el uso de maquinaria y herramientas para las labores de salvamento. Sin embargo, las condiciones del terreno han complicado las operaciones. Según explicó el burgomaestre, el cerro presenta constantes deslizamientos a medida que los rescatistas avanzan, lo que ha dificultado el acceso seguro al lugar donde se encuentran los mineros.
Armas Villalobos hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales para que tomen medidas firmes contra los ataques perpetrados por mineros ilegales y grupos delictivos que operan en la zona.
El atentado que provocó esta tragedia es parte de una escalada de violencia que ha afectado a Pataz en los últimos años, atribuida a la creciente actividad de mineros ilegales.
La torre de energía atacada era una de las estructuras recién inauguradas por la minera Poderosa para alimentar de energía sus operaciones en la región. Con este incidente, ya son 15 las torres de alta tensión destruidas en los últimos cuatro años, además de múltiples incursiones violentas que han dejado un saldo de 18 trabajadores fallecidos.
La situación ha sido denunciada reiteradamente por las autoridades locales y la minera, que han solicitado mayor intervención del gobierno central para frenar los actos delictivos que afectan tanto a la industria como a las comunidades locales. La reciente ampliación del estado de emergencia en la región incluyó el despliegue de más de 200 policías y efectivos militares, pero este atentado pone en evidencia la persistencia del problema.
Mientras las labores de rescate continúan, los familiares de los mineros atrapados se encuentran en la zona, esperando con incertidumbre noticias sobre sus seres queridos. Algunos de ellos han manifestado su desesperación y exigido mayor apoyo de las autoridades para agilizar el rescate. “No es justo que ellos estén ahí atrapados por culpa de estos delincuentes. Necesitamos más ayuda, más maquinaria, más acción para sacarlos de ahí con vida”, expresó una de las familiares.
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha iniciado una investigación para identificar y capturar a los responsables del atentado. Según las primeras hipótesis, el ataque habría sido llevado a cabo por un grupo criminal vinculado a la minería ilegal, que busca controlar el territorio mediante actos violentos. Este tipo de acciones no solo genera caos y destrucción, sino que pone en riesgo la vida de trabajadores y pobladores de la zona.