El sensible fallecimiento de Santos Walter Corro Arteaga y su hijo Walter Corro Lizarzaburu ha dejado un vacío irreparable en la comunidad artística y educativa de La Libertad. Ambos murieron trágicamente en un accidente de motocicleta el sábado 16 de noviembre, una pérdida que ha conmocionado a la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) y a todos quienes los conocieron.
Un legado de poesía y arte
Walter Corro Arteaga, nacido en Santiago de Chuco, tierra de César Vallejo, era un apasionado defensor de la poesía y la declamación. Su vida estuvo marcada por un profundo amor hacia las letras y una incansable labor por mantener viva la obra de Vallejo, a quien consideraba su mayor inspiración. Este compromiso lo llevó a ser parte de innumerables eventos culturales y educativos, dejando una huella imborrable en la comunidad.
El pasado 10 de octubre, durante el homenaje al poeta universal César Vallejo en la UNT, Walter Corro protagonizó uno de los momentos más emotivos de la jornada. Su declamación magistral de los versos del autor santiaguino conmovió a los asistentes y fue un tributo digno del título de Doctor Honoris Causa otorgado de manera póstuma al poeta. En palabras de las autoridades universitarias, Corro transmitió «emoción y dignidad», demostrando su inquebrantable amor por la poesía y el legado de Vallejo.
Condolencias y reconocimiento de la UNT
En un comunicado oficial, la UNT expresó su profundo pesar por la pérdida de este destacado declamador y docente, extendiendo sus condolencias a la familia de Walter Corro. La institución recordó con especial cariño su participación en actividades académicas y culturales, destacando que su contribución al arte permanecerá en la memoria colectiva.
«Su contribución al mundo de la declamación y su inquebrantable amor por la poesía quedarán siempre en el recuerdo de todos quienes tuvimos el honor de conocerlo y de compartir su arte», señaló el comunicado de la UNT.
Músico prometedor
Walter Corro Lizarzaburu, hijo del reconocido declamador, también compartía la pasión por las artes, aunque su inclinación estaba en la música. A pesar de su juventud, ya era conocido en la comunidad cultural por su talento y su dedicación a proyectos artísticos. La tragedia truncó su prometedor futuro, dejando un vacío en la vida de quienes lo conocieron y admiraron.
La figura de Walter Corro va más allá de su papel como declamador y docente. Su legado incluye años de dedicación a la educación, formando generaciones de estudiantes en Santiago de Chuco y en otras localidades de La Libertad. Además, su compromiso con la cultura lo convirtió en un referente para quienes buscan mantener viva la obra de César Vallejo y promover el arte como herramienta de transformación social.
«Su espíritu vivirá en cada obra dedicada a su Santiago querido, en cada acorde, y en cada paso que demos», expresó una amiga cercana, quien destacó el impacto positivo que Walter tuvo en su entorno.
El fallecimiento de Walter Corro y su hijo no solo ha sido lamentado en Trujillo y Santiago de Chuco, sino que ha generado un impacto más allá de las fronteras de La Libertad. Mensajes de condolencias y solidaridad han llegado desde distintas instituciones culturales y educativas del país, reconociendo el aporte invaluable de Corro al arte y la educación.