Desde ayer 7 de noviembre, cerca de 250 militares patrullan las calles de Trujillo y Virú, en respuesta a la creciente inseguridad que afecta a estas provincias de La Libertad. Además, la medida culmina junto al próximo estado de emergencia decretado por el Gobierno Central, que se extiende del 10 de noviembre hasta el 10 de diciembre. Sin embargo, el control del orden interno seguirá bajo la dirección de la Policía Nacional del Perú (PNP), mientras que el rol de los militares se enfocará en labores de apoyo y disuasión.
El despliegue militar incluye a 200 efectivos en los distritos de Trujillo, La Esperanza y El Porvenir, y a 50 en Virú, una de las provincias más afectadas por la ola criminal. Los militares están posicionados en 16 puntos estratégicos de Trujillo, abarcando los siguientes lugares:
Óvalos de Trujillo:
- Óvalo La Marina
- Óvalo Grau
- Óvalo Larco
- Óvalo Papal
Mercados de Trujillo:
- Mercado Central
- Mercado Unión
- Mercado Mayorista (Zonal Palermo)
- Mercado Santo Dominguito
Centro comercial:
- Centro Comercial Open Plaza
Mercados de El Porvenir y La Esperanza:
- Mercado Victoria (El Porvenir)
- Mercado Virgen del Carmen (El Porvenir)
- Mercado Santa Rosa (El Porvenir)
- Mercado 7 de Junio (El Porvenir)
- Mercado Nazareth (La Esperanza)
- Mercado Modelo (La Esperanza)
- Mercado Santa Rosa (La Esperanza)
La presencia de las tropas tiene como principal objetivo apoyar a la PNP en la disuasión de actos delictivos, contribuyendo a reducir la sensación de inseguridad entre los ciudadanos.
El gobernador regional de La Libertad, César Acuña Peralta, había solicitado que el Ejército tomara el control total del orden interno en estas provincias, argumentando que los resultados de la inteligencia policial no han sido suficientes para contener los altos índices de homicidios y extorsiones. Sin embargo, el Ejecutivo decidió mantener el control bajo la PNP, apoyada por las Fuerzas Armadas.
