El alcalde de Pataz, Aldo Carlos Mariños, aseguró que no fue informado sobre la conferencia de prensa realizada por la presidenta Dina Boluarte ni sobre las medidas anunciadas tras la masacre de 13 mineros en su provincia. Durante una entrevista en Canal N, el burgomaestre señaló que incluso le retiraron el celular al ingresar a Palacio de Gobierno, donde esperó más de cuatro horas para ser atendido.
“No he estado en la conferencia de prensa, no me invitaron, no he participado de dicha reunión. Ingresamos a las 10 de la mañana y la presidenta recién nos atendió a las 2 de la tarde. Al ingresar nos quitan los celulares. Desconocíamos lo que estaba ocurriendo o sobre la conferencia”, afirmó Mariño.
La cita con la mandataria estaba prevista desde hace días para tratar la situación de la carretera nacional 10C. Sin embargo, los recientes hechos de violencia —el asesinato de 13 trabajadores de la minera La Poderosa, el ataque en Coriwayra y los hechos en Caravelí— cambiaron la agenda. Mariño explicó que el tema de la vía fue dejado de lado y se enfocaron en la inseguridad en la provincia.
Según relató, él mismo pidió a la jefa de Estado que se investigue a todos los actores de la zona. “Le dije que se sospeche de todos, y cuando digo todos me incluyo: del alcalde provincial, de la Policía, de los mineros artesanales, de la mediana y gran minería. Si envían a la Depincri y al servicio de inteligencia, se va a saber quiénes están detrás de estos asesinatos”.
Al salir de la reunión, pasada las 5 de la tarde, Mariño aún no conocía las medidas que el Ejecutivo había dispuesto para Pataz. “Nos enteramos del toque de queda cuando salimos. Me entrevistaron y me preguntaron si estaba de acuerdo. Yo ni sabía que lo habían decretado”, declaró. Para el alcalde, esta medida puede terminar igual que el estado de emergencia: “un papel firmado que no da resultados”.
“El único camino para obtener resultados es el trabajo de inteligencia. Mientras no se envíe a la Dipincri o se actúe con inteligencia, no se va a lograr nada”, agregó.
Mariño también criticó al primer ministro Gustavo Adrianzén por poner en duda la denuncia inicial de secuestro. “Está de espaldas al pueblo. Es una persona indolente. Si los secuestrados hubieran sido de su familia, habría actuado de inmediato. Pero como eran gente pobre que solo buscaba trabajo, no le importó. Y eso duele”, sentenció.