Para mañana se tiene previsto el regreso a funciones del alcalde de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, quien tuvo que alejarse del cargo por 30 días con licencia por una operación quirúrgica a la que se sometió.
Fernández, conocido como “El loco de Moche”, regresa con la pierna en alto, pero especialmente molesto con su primer regidor, Mario Reyna Rodríguez, con quien se alejó debido a que este se reunió con el actual jefe policial de La Libertad, general Augusto Ríos Tiravanti, a quien lo ha insultado en reiteradas oportunidades y ha solicitado su cambio por la ola criminal que se vive en Trujillo.
Pero el alejamiento con Reyna Rodríguez no solo quedará en una fruncida de ceño, sino que se reflejará en acciones concretas que piensa ejecutar “El loco de Moche”. Una de estas medidas es cambiar a los funcionarios de confianza, llámese gerentes y subgerentes, allegados a Mario Reyna y que corresponden a la cuota de poder de este dentro del municipio. Pero no solamente rodarán esas cabezas, sino además de aquellos funcionarios que mostraron simpatía hacia Mario Reyna y saludaron sus decisiones mientras Arturo Fernández estuvo alejado del municipio.
Fuentes ediles comentaron que esos funcionarios están más que notificados. Otra acción que ejecutará Arturo Fernández es prestar especial atención en el SAIMT (Servicios de Administración de Inmuebles Municipales de Trujillo), pues se sabe que muchos ejidos ediles, en las gestiones de Alianza para el Progreso (APP), pasaron a manos de gente de este partido que Mario Reyna conoce de sobra.
En tanto, Mario Reyna se despidió del sillón municipal asegurando que cumplió con la tarea encomendada. “He cumplido con hacer actividades de encargado. He reactivado a los chicos de Seguridad Ciudadana, reactivado lazos con la PNP. Hemos visto temas de ingresos, convenio con el Gobierno Regional, el tema del relleno sanitario, con Reconstrucción hemos visto el cambio de redes y alcantarillado. Lo que, hecho estos días, hará mucho bien a la ciudadanía”, indicó en declaraciones a N60 Radio.
No obstante, Mario Reyna podría volver en unos meses a disfrutar de la comodidad del sillón municipal, pues se supo que en la Corte Superior de Justicia de La Libertad se acelera el caso judicial por difamación y en apelación contra Arturo Fernández Bazán. De confirmarse la sentencia de primera instancia en la Sala Superior, la suerte del “Loco de Moche” estará cantada, esto a pesar que según entendidos en la materia la condena que se le dictó, en el juzgado inferior, carece de solidez, pero en la Corte todo puede pasar más aún cuando se habla de “interpretaciones judiciales”. Sin embargo, Fernández Bazán tiene otras denuncias y procesos judiciales por difamación, donde no hay dudas y hay más que evidencias de la consumación de este delito.