“A partir de hoy le declaramos la guerra a la delincuencia. Dispondré la inmediata evaluación de los antecedentes penales y policiales de los trabajadores del serenazgo, porque no vamos a confiar la seguridad de nuestras familias a delincuentes”, manifestó con firmeza el nuevo alcalde provincial de Julcán, Tarsis Reyes Castillo, durante su primer discurso pronunciado en la Plaza de Armas, al término de su juramentación.
No cabe duda que el mensaje fue desafiante, teniendo en cuenta que, tan luego ganó la elección, fue extorsionado. Delincuentes le pedían 20 mil soles para no atentar contra su vida.
Para concretar su propósito dijo que fortalecerá las coordinaciones con la Policía Nacional, el Ministerio Público y mejorará la logística del Serenazgo. Insistió que no habrá trabajador alguno – que trabaje en seguridad ciudadana- que tenga cuestionamientos en su integridad personal.
Contra la corrupción
Reyes Castillo anunció que emprenderá una férrea política de integridad pública, como parte de las acciones de prevención y lucha contra la corrupción, lo cual está normado en nuestro país.
Reveló que durante el proceso de transferencia con su antecesor Marco Antonio Rodríguez Espejo encontró una gestión en caos y sin un rumbo u horizonte definido.
¿Agencia de empleo?
La nueva autoridad manifestó que han encontrado sobrecarga de personal, pues sólo en el mes de diciembre último han laborado, bajo la modalidad de locación de servicios, más de 100 personas. “Es decir, la Municipalidad se había convertido en una agencia de empleos”, sostuvo el burgomaestre.
Es más, refiere que han dejado a 21 trabajadores contratados bajo la modalidad plazo indeterminado, lo que implica que les será complicado cesarlos en el cargo.