Los ecos de violencia criminal siguen resonando en la sierra de La Libertad. En un instante, la vida de Ivir Isai Alfaro Reyes, de apenas 29 años, fundador de la banda de músicos de La Huaranchal (Otuzco), se vio truncada en un escenario desgarrador: frente a su esposa e hijo pequeño, en el interior de su camioneta blanca de placa de rodaje TCP-872, con destino al distrito de Huaranchal en la provincia de Otuzco.
El fatal desenlace ocurrió en el desvío hacia Alto Julgueda, un lugar aparentemente tranquilo que se vio teñido por la sangre derramada de Alfaro Reyes. Los detalles del horror se desvelaron: un balazo certero en el cuello, justo en la yugular, un golpe mortal que segó su vida en un instante.
El relato de los testigos señala la presencia de tres individuos, montados en una moto lineal, quienes ejecutaron el ataque con frialdad y determinación. Sin mediar palabra, sin dar oportunidad a la defensa, dispararon contra su objetivo con una precisión escalofriante.
Pamela Herrera Huilla, su esposa, presenció horrorizada el cruel desenlace de su compañero de vida, mientras que su hijo, apenas un niño, quedó sumido en el trauma de presenciar la violencia en su forma más brutal.
El móvil del crimen aún permanece envuelto en el misterio, pero las especulaciones no tardaron en surgir. Se menciona la conexión del fallecido con los dueños de la banda de músicos La Huaranchal, una pista que podría arrojar luz sobre los oscuros motivos detrás de este ataque. El móvil del crimen podría ser el cobro de cupos.
Las autoridades policiales de la comisaría de Charat han asumido el arduo deber de esclarecer este crimen atroz. En la zona, los pobladores aún resuenan con el eco de los disparos, una advertencia escalofriante de la violencia que acecha en las sombras de la noche.