Cáncer de mama en Perú: una lucha constante por la prevención y detección temprana

El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente entre las mujeres peruanas, una enfermedad que se cobra seis vidas al día en el país y presenta alrededor de 8,000 nuevos casos cada año, según la Liga Contra el Cáncer. Estas alarmantes cifras reflejan la necesidad urgente de reforzar las estrategias de prevención y detección temprana para combatir esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en 2022, el cáncer de mama impactó a 2.3 millones de mujeres y provocó 670,000 fallecimientos a nivel mundial.

En Perú, el cáncer de mama no solo es la neoplasia más común, sino que también presenta uno de los índices más altos de cáncer de mama triple negativo (CMTN), un subtipo agresivo con una prevalencia del 21%, superando a países como Argentina (13%), Chile (14%), México (14%) y Colombia (15%). El cáncer de mama triple negativo es conocido por su rápido crecimiento y su resistencia a ciertos tratamientos, lo que lo convierte en una forma particularmente desafiante de tratar.

Los factores de riesgo que contribuyen a esta enfermedad incluyen el envejecimiento, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, antecedentes familiares, la exposición a radiación y algunos factores reproductivos, como la edad en el primer embarazo. El género femenino es el principal factor de riesgo, representando el 99% de los casos, aunque un pequeño porcentaje afecta también a varones.

Uno de los grandes desafíos en la lucha contra el cáncer de mama es que en sus primeras fases suele ser asintomático, lo que subraya la importancia de la detección temprana. La mamografía es la prueba más común para el cribado, recomendada especialmente a mujeres en edad de riesgo. Además de la mamografía, existen pruebas genéticas avanzadas como BRCA+16 genes, que analiza genes relacionados con el cáncer de mama, ovario y endometrio, y Prosigna, un test que permite clasificar el tumor en subtipos específicos, brindando información esencial para el tratamiento.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha posicionado la detección temprana como un pilar esencial para reducir la mortalidad por cáncer de mama, con un enfoque en la educación sobre los signos y síntomas de la enfermedad y la importancia del tratamiento adecuado. En América Latina, donde el cáncer de mama representa casi una cuarta parte de los nuevos casos oncológicos, la concientización y el acceso a pruebas de detección se han convertido en una prioridad.

El tratamiento para el cáncer de mama depende del estadio y grado del tumor, así como de la presencia de ciertos marcadores. Las opciones incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal, terapia dirigida e inmunoterapia, cada una con aplicaciones específicas según el caso y la condición general de la paciente. Además, los ensayos clínicos han permitido probar tratamientos innovadores que ofrecen esperanza a pacientes con subtipos agresivos como el cáncer de mama triple negativo.

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Causa Justa

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