En el marco de su aniversario institucional, el Colegio Ingeniería celebró la vigésima sexta edición de sus tradicionales Olimpiadas Deportivas, un evento cargado de emoción, espíritu competitivo y, sobre todo, un fuerte sentido de comunidad. Alumnos, padres de familia y tutores participaron con entusiasmo en una jornada donde el deporte fue el eje central, promoviendo valores como la disciplina, el respeto y el trabajo en equipo.
El evento deportivo tuvo como invitado especial al destacado periodista y conductor de América TV, Roger Castillo Díaz, quien también funge como presidente del ANDEP (Asociación Nacional de Escuelas Particulares). Castillo tuvo el honor de tomar juramento a los deportistas, reafirmando el compromiso de los participantes con los principios de lealtad, compromiso y juego limpio. Durante su intervención, destacó la importancia del deporte en la educación, no solo como una actividad física, sino como una herramienta para fortalecer el carácter y la convivencia entre los jóvenes.
La jornada deportiva comenzó con la apertura oficial a cargo del Dr. Mariano Burgos Valdez, director académico del Colegio Ingeniería, quien subrayó el papel fundamental que juega el deporte en la formación integral de los estudiantes. En su discurso, destacó la importancia de incentivar el trabajo en equipo y la disciplina deportiva, elementos que, según afirmó, trascienden el ámbito académico y son esenciales para el desarrollo personal de los jóvenes.
El momento más simbólico de la ceremonia fue el encendido de la antorcha olímpica, una tradición que simboliza el inicio de las competencias. Este honor recayó en los estudiantes más destacados del colegio, quienes portaron la llama olímpica con orgullo y entusiasmo, marcando el inicio de una jornada repleta de competencia sana y compañerismo.
Las disciplinas protagonistas de estas Olimpiadas XXVI fueron el fútbol y el voleibol, deportes que convocaron a numerosas delegaciones. Los encuentros deportivos se vivieron con gran intensidad, poniendo a prueba las habilidades técnicas de los jóvenes deportistas y su capacidad para trabajar en equipo. La pasión con la que cada equipo defendía su bandera reflejaba el arduo esfuerzo y dedicación que han demostrado durante las semanas de preparación previa.
Además de los encuentros deportivos, la jornada estuvo acompañada de impactantes coreografías que integraron a estudiantes de todos los niveles, incentivando la práctica deportiva desde la creatividad y el movimiento corporal. Estas presentaciones no solo sirvieron para calentar los ánimos antes de las competencias, sino también para fortalecer la unión entre los estudiantes de diferentes grados y especialidades.
Más allá de los resultados deportivos, lo más destacado de las Olimpiadas XXVI del Colegio Ingeniería fue la unión de la comunidad educativa en torno a los valores del deporte. Los lazos entre estudiantes, docentes y padres se vieron fortalecidos en cada actividad, logrando que esta jornada no solo fuera una competencia, sino una auténtica celebración del compañerismo y la solidaridad.