La tranquilidad del distrito de La Esperanza, en Trujillo, fue sacudida la tarde de ayer por un violento crimen que dejó sin vida a Ketin Gianfranco Horna Carrasco, de 29 años, un joven empresario del sector, cuyo asesinato estaría relacionado a una serie de extorsiones que venía recibiendo en los últimos días.
La víctima, que poseía una cevichería, barbería y discoteca, fue atacada a balazos en una barbería ubicada en la cuadra 12 de la calle Carlos María de Alvear, a solo tres cuadras de la Plaza de Armas y la Comisaría de Bellavista.
EL ATAQUE
El crimen ocurrió cuando Horna Carrasco acudió a la barbería “A & D” para cortarse el cabello. Según testigos, los sicarios ingresaron al establecimiento y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra la víctima, quien falleció en el acto. Los testigos alertaron rápidamente a las autoridades, pero para cuando los agentes de la Policía Nacional y una ambulancia llegaron al lugar, el joven ya no presentaba signos vitales. Los sicarios huyeron del lugar, dejando tras de sí una escena de horror.
Los familiares de Horna Carrasco revelaron que el joven había sido blanco de constantes amenazas y extorsiones debido a su negocios ubicados en la calle José Castelli. Horna había denunciado recientemente estas amenazas ante las autoridades policiales, sin embargo, los familiares expresaron su frustración por la falta de acciones efectivas para proteger su vida. «Sabía que lo querían matar, por eso andaba armado», indicaron allegados al joven empresario, quien portaba una pistola marca Cannik cargada con nueve municiones al momento del ataque, lo que refleja su estado de alerta frente a los constantes hostigamientos.
Ketin Gianfranco Horna Carrasco era un joven que había intentado ingresar a la escuela de suboficiales de la policía, pero decidió seguir otro rumbo y abrir su propio negocio que comenzó a ganar popularidad en La Esperanza, y a medida que crecía su éxito, también lo hicieron las amenazas de grupos criminales que operan en la zona. Las bandas dedicadas a la extorsión en La Esperanza han incrementado sus actividades, apuntando especialmente a pequeños y medianos empresarios como Horna.
Tras el asesinato, la Policía Nacional se desplazó al lugar y encontró el cuerpo de Horna Carrasco en posición decúbito ventral con múltiples impactos de bala en varias partes del cuerpo. Además, confirmaron que el empresario llevaba consigo un arma de fuego, lo que refuerza la hipótesis de que se sentía amenazado. El caso fue comunicado a la Fiscalía y al Departamento de Investigación Criminal (DEPINCRI) Norte, quienes ya han iniciado las investigaciones para dar con los responsables del crimen.
Los familiares del joven asesinado han solicitado que se haga justicia y que no quede impune su muerte, recordando que Gianfranco había acudido a las autoridades en busca de protección, pero nunca recibió la ayuda necesaria. Ketin Gianfranco Horna Carrasco era dueño de la discoteca Bohemia,
Según los primeros testimonios recabados, Horna Carrasco salió del local tras recibir una llamada telefónica, aparentemente de alguien conocido, y fue entonces cuando los sicarios aprovecharon para dispararle a quemarropa.
La madre de la víctima, visiblemente afectada por la pérdida, denunció que su hijo venía siendo extorsionado desde hacía varios meses. Según su versión, la PNP, en lugar de brindarles protección efectiva, les sugirió pagar la extorsión. «Hace unos meses pagamos 20,000 soles de los 80,000 que le exigían a mi hijo. Nos dijeron que era la única manera de mantenerlo a salvo», declaró la madre entre lágrimas. «Mi hijo no era un delincuente, solo intentaba protegerse. ¿Qué más podía hacer si la policía no lo ayudaba?», sentenció la madre de la víctima.
Los familiares no solo lamentan la pérdida de Gianfranco, sino que también apuntan sus críticas directamente hacia la Policía Nacional del Perú. Acusan a la institución de no brindar la protección necesaria a pesar de las denuncias realizadas en su momento. «Nos decían que no tenían los recursos para ayudar, pero mi hijo les pidió protección más de una vez», expresó indignada la madre del empresario asesinado.
UN PANORAMA ALARMANTE
Hasta el mes de agosto, la región La Libertad ha registrado 174 homicidios, siendo Trujillo uno de los epicentros de la violencia. La extorsión, el sicariato y el crimen organizado han tomado el control de diversos sectores, afectando gravemente a empresarios, comerciantes y ciudadanos comunes.
La falta de recursos y de respuestas efectivas por parte de las autoridades ha generado un clima de miedo y desconfianza entre la población, que ve cómo la inseguridad crece día a día sin que se implementen soluciones reales.
El estado de emergencia decretado en varias provincias de La Libertad, incluyendo Trujillo, parecía ser la respuesta del gobierno ante el incremento de homicidios, robos y extorsiones. Sin embargo, los hechos recientes sugieren que esta medida no ha sido suficiente para detener el avance del crimen organizado. A pesar del aumento en la presencia policial y las promesas de una mayor seguridad, la violencia sigue cobrando vidas diariamente.
ATENTADO
La noche del 14 de mayo Ketin Gianfranco Horna Carrasco vivió un nuevo capítulo de terror en su propia vivienda. Criminales detonaron un artefacto explosivo en los exteriores de su casa, ubicada en la cuadra 11 de la calle José Castelli, en el distrito de La Esperanza, exigiendo el pago de 80 mil soles a cambio de no atentar contra su vida ni la de su familia.
De acuerdo con las cámaras de seguridad instaladas en la zona, un sujeto se acercó a la vivienda a las 11:53 p.m. Luego de inspeccionar brevemente los alrededores, colocó por sexta vez un artefacto explosivo en la entrada del domicilio. En cuestión de segundos, la dinamita estalló, causando daños materiales y pánico entre los vecinos. Tras el atentado, el individuo huyó caminando, como si nada hubiera ocurrido.
Según su testimonio, los extorsionadores llevan semanas acosándolo, y su discoteca Bohemia ya había sido objeto de otro atentado en el pasado.