La inseguridad en Trujillo ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente la vida cotidiana y la educación de sus ciudadanos. El distrito de El Porvenir se ha convertido en un foco de violencia, donde los extorsionadores no solo atacan a empresarios y comerciantes, sino que también han puesto en su mira a las instituciones educativas. Ante esta preocupante situación, el gerente regional de Educación de La Libertad, Martín Camacho Paz, ha revelado que se está evaluando la posibilidad de implementar clases virtuales en los colegios amenazados para evitar tragedias mayores.
Desde el inicio del año, al menos 150 centros educativos en la región han denunciado ser víctimas de extorsión. El Porvenir es el distrito más afectado, con varios atentados recientes que han puesto en peligro la seguridad de estudiantes y docentes. La Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) N° 1, que supervisa estos colegios, ha recibido solicitudes de varios planteles para cambiar a la modalidad de clases virtuales, tras sufrir ataques con explosivos.
Uno de los colegios que ya ha adoptado esta medida es el Santa Rita de Jesús, que fue atacado a balazos a plena luz del día. Otros dos planteles han solicitado permiso para seguir el mismo camino, debido a la creciente violencia. “Si es que en esos colegios existen las amenazas no tendríamos otra alternativa, aunque llevarlos a la virtualidad implica que retrocedamos en el tema de los aprendizajes. No es lo mismo, porque los chicos vienen de hogares pobres y no cuentan con recursos para tener tecnología en sus casas. Poder hacer un trabajo virtual es complicado”, explicó Martín Camacho.
La situación es crítica. La semana pasada, el director de la Ugel 1 expresó su preocupación al gerente de Educación después de que dos explosiones sacudieran otros dos colegios del distrito. Estos eventos subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger a los estudiantes y el personal educativo.
Pero los colegios no son los únicos objetivos. Martín Camacho también señaló que las empresas contratistas que ejecutan proyectos de inversión pública en colegios están siendo extorsionadas. Esta doble amenaza dificulta aún más el entorno educativo, ya que los trabajos de refacción y mejora en los centros educativos se ven interrumpidos por la violencia y la intimidación.
La implementación de clases virtuales es vista como una solución temporal para garantizar la seguridad, pero viene con sus propios desafíos. La falta de recursos tecnológicos en los hogares de muchos estudiantes es una barrera significativa. A pesar de los esfuerzos para adaptar la educación a un formato en línea durante la pandemia, muchos estudiantes en áreas vulnerables aún enfrentan dificultades para acceder a dispositivos y conexiones de internet adecuadas.