El Concejo Municipal de Trujillo aprobó por unanimidad el proyecto de ordenanza que declara de necesidad y utilidad pública el establecimiento de un Área de Conservación Ambiental (ACA) en los Balsares de Huanchaco.
Este ecosistema, de 46.74 hectáreas, se ha convertido en un símbolo cultural y ambiental de la región, ya que es el lugar de extracción del junco usado en la fabricación de los tradicionales «caballitos de totora», un patrimonio cultural de Huanchaco.
Los Balsares de Huanchaco no solo son fundamentales para el turismo y la cultura local, sino que también albergan una biodiversidad notable. Entre las especies que habitan este espacio destaca el Cormorán Guayanay, un ave nativa en peligro de extinción.
La zona de los totorales es un punto de referencia para los turistas que llegan a Huanchaco, ansiosos por conocer el origen del junco con el que se fabrican los caballitos de totora, una práctica que data de épocas ancestrales y continúa siendo símbolo de la identidad cultural de la región.
En una sesión extraordinaria presidida por el alcalde Mario Reyna Rodríguez, se discutió la necesidad de establecer esta área de conservación y coordinar con la Municipalidad Distrital de Huanchaco y el Gobierno Regional de La Libertad (GORELL) para su gestión efectiva. La subgerente de Recursos Naturales del GORELL, Elithza Díaz, presentó el proyecto, explicando que han trabajado durante años en estudios de zonificación y análisis de la flora y fauna del área, buscando preservar este ecosistema esencial.
Díaz también señaló el interés del GORELL en la preservación de los balsares por su relevancia cultural y ambiental, y destacó que existe un compromiso para desarrollar un Plan de Gestión de Conservación en colaboración con los pescadores de la zona, quienes tienen la posesión de los totorales. Además, el GORELL ha anunciado la existencia de un proyecto de inversión pública y una colaboración internacional que podrían ofrecer el apoyo financiero necesario para la conservación de esta área.
Aunque el concejo aprobó la medida, surgieron cuestionamientos legales sobre la competencia municipal en la declaración de áreas de conservación. Wilson Rodríguez, gerente del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (Segat), advirtió que, según la Ley 26834 de Áreas Naturales Protegidas, los municipios no tienen competencia para declarar áreas de reserva o conservación natural.
La atribución que antes tenían fue derogada en el Decreto 038-2011, y el Tribunal Constitucional ratificó esta limitación en una sentencia del 2015. Según Rodríguez, la Ley Orgánica de Municipalidades tampoco otorga a los municipios dicha competencia.
A pesar de las limitaciones legales mencionadas, el concejo municipal consideró fundamental avanzar en la preservación de los balsares como ACA y solicitó consensuar la iniciativa con las autoridades de Huanchaco para evitar que la decisión sea percibida como unilateral. Tanto el regidor Juan Namoc como el concejal Luis González pidieron que se involucre a las autoridades locales y a las comunidades en el proceso, promoviendo una gestión colaborativa y respetuosa con los derechos de quienes dependen del ecosistema de los balsares para su sustento y preservación cultural.