Agentes de la División de Investigación Criminal Este (DEPINCRI Este) en coordinación con la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú (DIRIN), desarticularon una peligrosa célula criminal vinculada a la organización “Los Pulpos”, considerada una de las más violentas y activas en el norte del país.
El operativo, ejecutado en el distrito de El Porvenir, se convirtió en un golpe frontal contra la estructura criminal que operaba con impunidad en diversos sectores de Trujillo.
La intervención tuvo como epicentro la intersección de las calles Huiracocha y Lloque Yupanqui, donde personal policial detuvo a tres personas en flagrancia, quienes formarían parte de la subestructura delictiva conocida como “Los hijos del crimen”.







Entre los detenidos figura César Luis Valentín Salvador, de 35 años, alias “Budín” o “Gordo”, señalado como presunto cabecilla local encargado de operaciones logísticas y distribución de amenazas. Su detención se produjo cuando conducía un mototaxi de placa 8052-EC, en cuyo interior se hallaron dos cartuchos de dinamita, una carta extorsiva elaborada con recortes de letras, y stickers con simbología criminal, similares a los usados por bandas que operan bajo el mando de los conocidos “Johnson” y “Andy”, líderes de “Los Pulpos”.
La situación se agravó tras el registro domiciliario del intervenido, donde se encontró a Teófilo Armando Valentín Calderón, de 68 años, presunto colaborador de la organización, en cuyo poder se incautaron siete cartuchos adicionales de dinamita, ochenta municiones y más material extorsivo.
Pero el hallazgo más revelador se produjo en el taller de motos “El Paraguayo”, ubicado en una zona céntrica del distrito, donde fue intervenido Adan Alexsi Giménez, de 34 años, conocido como “Paraguayo”. En dicho establecimiento, presuntamente utilizado como punto de resguardo y modificación de motocicletas empleadas en delitos, se incautó una moto lineal de placa 0472-6T, la cual estaría vinculada a ataques perpetrados en semanas recientes contra empresarios, transportistas y comerciantes locales.
Según fuentes de la investigación, este taller era clave para la movilidad de los extorsionadores. Las motocicletas eran modificadas y utilizadas en atentados relámpago, entre ellos, detonaciones de artefactos explosivos frente a negocios y viviendas, así como la entrega de cartas amenazantes. Lo más alarmante: los implicados habrían reclutado a menores de edad para efectuar estos actos, aprovechando su inimputabilidad penal y vulnerabilidad social.
La Policía maneja la hipótesis de que esta célula no solo servía a «Los Pulpos», sino que podría haber actuado también por encargo de otras organizaciones delictivas. De confirmarse, se trataría de una red criminal flexible, altamente peligrosa, capaz de actuar por encargo para ejecutar extorsiones, cobro de cupos y actos de sicariato.
Durante la operación se incautó además una considerable cantidad de material de prueba que ya se encuentra en cadena de custodia para su análisis por parte de la Unidad de Criminalística. Entre los hallazgos figuran dispositivos móviles, evidencias documentales, municiones y explosivos, elementos que permitirán vincular a los detenidos con otras investigaciones abiertas en la región.
El caso ha sido derivado al Ministerio Público, que ahora deberá formalizar los cargos por extorsión agravada, tenencia ilegal de material explosivo y asociación ilícita para delinquir. Se espera que en los próximos días se solicite prisión preventiva para los implicados, mientras las autoridades avanzan en la identificación de otros miembros de la red.