En un anuncio que marca un hito para la infraestructura de saneamiento en la región La Libertad, el Congreso de la República autorizó el uso excepcional del Fondo de Inversiones y Reservas para que las Empresas Prestadoras de Servicios de Agua Potable y Saneamiento (EPS) puedan financiar obras cruciales.
La medida, publicada recientemente en el diario oficial El Peruano, es fruto de intensas gestiones encabezadas por Percy Rosario Martell, presidente del directorio de Sedalib, y permitirá ejecutar proyectos por más de 367 millones de soles, beneficiando a más de un millón de personas en la región.
La norma responde a años de demandas por el cierre de brechas en el acceso a servicios básicos como agua potable y alcantarillado, problemas que han afectado especialmente a distritos como La Esperanza, El Porvenir y Florencia de Mora. La publicación de esta autorización es vista como una respuesta concreta a la falta de inversión en infraestructura que por décadas ha limitado la calidad de vida en sectores urbanos y periurbanos de Trujillo y otras zonas de la región.
Entre las obras más destacadas figura la ejecución de nuevos sistemas de agua potable a través de la construcción de baterías de pozos, que garantizarán una mejor continuidad del servicio en zonas críticas. Además, se llevará a cabo el mejoramiento de redes de agua potable y alcantarillado en áreas claves como el Centro Cívico de Trujillo, el Pasaje San Agustín y la urbanización La Noria, donde el desgaste de la infraestructura existente ha generado constantes fugas y desabastecimientos.
Otro proyecto de gran envergadura será la modernización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Tablazo, cuya capacidad de tratamiento será optimizada para evitar la contaminación y garantizar la disposición segura del agua residual. Asimismo, se realizará la mejora de plantas similares en Paiján y Puerto Malabrigo, localidades donde el tratamiento deficiente ha impactado negativamente en la salud pública y el medio ambiente.
El plan incluye también la adquisición de equipos de bombeo para estaciones estratégicas ubicadas en Buenos Aires Norte, Vista Alegre y Salaverry, con el fin de optimizar el manejo de aguas residuales y reducir riesgos de colapsos. En paralelo, se implementará la segunda etapa de un programa de medidores de agua, que busca asegurar un consumo eficiente y transparente, reduciendo las pérdidas no contabilizadas.
La ejecución de estas obras ha sido diseñada con miras a garantizar su sostenibilidad y eficacia. La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) será la encargada de supervisar el cumplimiento de las metas y fiscalizar el uso adecuado de los recursos. Percy Rosario Martell aseguró que esta medida permitirá no solo recuperar la infraestructura deteriorada, sino también proyectar un servicio moderno y eficiente que responda a las necesidades de la población.
El impacto de estos proyectos será transformador. Más de un millón de liberteños, muchos de ellos residentes en zonas de extrema vulnerabilidad, se beneficiarán con un servicio continuo y de calidad, mejorando significativamente sus condiciones de vida. En los distritos más afectados, donde las interrupciones del servicio son una constante, el anuncio ha sido recibido con esperanza, pero también con escepticismo ante los retrasos históricos en obras similares.
La ejecución de estas inversiones también promete dinamizar la economía local, generando empleo directo e indirecto en las fases de construcción y mantenimiento de las infraestructuras. Además, se prevé que la mejora en el manejo del recurso hídrico contribuya a la reducción de la contaminación ambiental y la mitigación de enfermedades asociadas a la falta de saneamiento adecuado.