La designación de representantes para el directorio de Sedalib ha desatado una tormenta en el Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Directivo La Libertad (CIP-CDLL), después de que su actual decano, el Ing. Daniel Gamboa Príncipe, propusiera al abogado Frank Sánchez Romero como candidato para integrar la terna de representantes de la Sociedad Civil.
La controversia radica en que esta elección, según los críticos, estaría motivada por intereses políticos vinculados al partido Alianza Para el Progreso (APP), al cual Gamboa y Sánchez tienen estrechos vínculos.
La controversia de la propuesta
La situación es compleja. Sedalib, empresa de servicios de agua y saneamiento, cuenta con un directorio conformado por tres representantes: uno de los municipios provinciales, uno del Gobierno Regional, y uno de la Sociedad Civil, elegido a partir de ternas presentadas por diversos colegios profesionales. Por norma, estas propuestas deben incluir únicamente a profesionales que pertenezcan al colegio que los respalda, lo que hace aún más cuestionable la inclusión de Sánchez Romero, un abogado, en la terna del Colegio de Ingenieros.
Según diversas fuentes, esta decisión no sería más que un intento de «copamiento político». Gamboa, quien actualmente trabaja como Gerente de Administración en la Gerencia Regional de Salud (GERESA) del Gobierno Regional de La Libertad, estaría utilizando su posición para favorecer a un miembro activo de APP, partido liderado por el gobernador César Acuña. Tanto Sánchez Romero como Ricardo Delgado Arana, actual director de Sedalib y militante apepista, habrían presionado para que esta candidatura fuera aceptada.
Los cuestionamientos
La polémica no es nueva para Daniel Gamboa. Desde que asumió como decano en el CIP-CDLL, su doble rol como gerente en el Gobierno Regional y líder del colegio profesional ha generado críticas. En 2023, el Consejo Consultivo del CIP-CDLL, conformado por past presidentes, exhortó públicamente a Gamboa a solicitar licencia de su cargo como decano para garantizar la autonomía y la objetividad de la institución. Sin embargo, Gamboa ignoró las recomendaciones y continuó desempeñándose en ambos puestos. El comunicado del Consejo Consultivo fue contundente: “Ejercer dicho cargo de confianza de la máxima autoridad regional vulnera los principios de independencia y autonomía institucional”. Ahora, con la propuesta de incluir a Sánchez Romero en la terna, los ingenieros consideran que la advertencia de entonces se ha materializado en un acto que califican de “insulto” hacia la orden profesional.
Antecedentes
Frank Sánchez Romero no es ajeno a la polémica. En su trayectoria como gerente de Desarrollo Empresarial y subgerente de Asesoría Legal en Sedalib entre 2020 y 2022, se le retiró la confianza. Además, su militancia activa en APP y su historial político lo colocan en el centro de las críticas, especialmente porque el perfil de los candidatos al directorio de Sedalib exige independencia política, antecedentes impecables y un nivel profesional que muchos consideran que Sánchez Romero no cumple.
Un dato revelador es que Sánchez Romero y Delgado Arana habrían visitado a decanos de varios colegios profesionales buscando apoyo para ser incluidos en sus ternas. Sin embargo, los colegios más relevantes, como el de Abogados, rechazaron la propuesta
El descontento entre los miembros del Colegio de Ingenieros crece. Muchos consideran que esta propuesta evidencia un intento de APP por tomar control de Sedalib, un organismo clave en la gestión de recursos hídricos en la región. La indignación se intensifica con la revelación de irregularidades en el padrón electoral del CIP-CDLL, donde se descubrió que ingenieros fallecidos aparecían como habilitados para votar en las elecciones internas.
Los miembros del colegio esperan que se convoque a una sesión extraordinaria para discutir la propuesta del decano y, de ser necesario, rectificar la decisión antes de enviar la terna a Sedalib. La credibilidad y autonomía del colegio están en juego, y muchos ingenieros consideran que la única forma de recuperar la confianza de la institución es rechazando categóricamente cualquier interferencia política.
Por otro lado, el caso también pone de manifiesto la necesidad de un marco más estricto para la selección de representantes en organismos como Sedalib, con requisitos claros que impidan el ingreso de candidatos con antecedentes políticos o cuestionamientos éticos.