Un nuevo caso de extorsión pone en alerta a la comunidad educativa de Alto Trujillo. Esta vez, el afectado es el colegio privado Talentos College, cuyo representante legal denunció ante la Policía Nacional haber recibido amenazas directas contra su integridad, la de los estudiantes y los bienes del plantel, entre ellos una combi escolar.
La denuncia fue formulada por C.M.V.S., de 53 años, ante la sede de la DEPINCRI Este. Según su testimonio, los hechos se remontan al pasado 26 de marzo, cuando, en pleno horario laboral, comenzó a recibir mensajes intimidatorios vía WhatsApp desde el número 931-812-181. El remitente —presunto integrante de una organización criminal— le exigía el pago de S/5,000 a cambio de “no hacerle daño a nadie” y “evitar consecuencias peores”.
Aunque los mensajes fueron enviados hace más de una semana, el director del colegio declaró que recién pudo percatarse del contenido debido a la saturación de su bandeja de entrada y al uso limitado del dispositivo móvil durante el horario escolar. La gravedad de las amenazas lo llevó finalmente a acudir a la Policía, acompañado del temor de que los criminales pudieran cumplir su advertencia.
“Me dijeron que, si no pagaba, iban a atentar contra los alumnos o con la combi que usamos para trasladarlos. También me mencionaron que me ‘pegue a un vago’ para buscarle solución al problema, lo cual me suena como una estrategia para que me comunique con un mediador dentro de su red”, contó el denunciante en su declaración.
El caso no es aislado. En los últimos meses, diversas instituciones educativas de Alto Trujillo han sido blanco de redes extorsivas, que buscan sembrar el terror entre padres de familia, docentes y alumnos. Muchas de ellas operan desde cárceles o zonas periféricas controladas por bandas criminales.
La modalidad es clara: mensajes por WhatsApp, amenazas contra bienes y personas, exigencias de sumas de dinero que varían entre los S/5,000 y S/20,000. El objetivo: imponer el miedo para cobrar “cupo” y controlar territorios incluso en espacios educativos.
La policía ha iniciado las diligencias respectivas para rastrear el origen del número desde donde se emitieron las amenazas. Se ha recomendado al denunciante mantener el teléfono con la línea activa para facilitar el rastreo de futuras comunicaciones.