Familia pagó medio millón de soles para liberar a empresario trujillano

El empresario trujillano Iván Marcell Díaz Garrido no fue liberado por la presión de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Trujillo, sino porque sus familiares tuvieron que pagar una fuerte suma de dinero a los secuestradores, tal como desde un inició Causa Justa, lo cual fue ratificado por las fuentes consultadas por este medio.

Con esto se desmiente la versión dada por el jefe policial de La Libertad, el recientemente ascendido a general Francisco Vargas Andonaire, quien en todo momento quiso aparentar que la liberación fue trabajo de los policías locales bajo su mando que les pisaban los talones a los secuestradores.

En realidad, los familiares de la víctima llegaron a desembolsar la suma de 250 mil dólares, es decir más de medio millón de soles, de acuerdo a fuentes consultadas por periodistas de la unidad de investigación de Causa Justa.

El pago por el rescate que se hizo no fue establecido gracias a los agentes de la Divincri de Trujillo, sino por efectivos de la División de Secuestros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri) llegados desde Lima para dar con los sujetos que mantuvieron privado de su libertad al empresario.

Así, estos agentes de Lima llegaron a determinar que la abultada cantidad de dinero fue puesta en un punto de la ciudad de Trujillo dentro de una mochila, la misma que fue recogida por unos sujetos que llegaron a bordo de una camioneta Mitsubishi, modelo Spander, color plata, de placa de rodaje BUA-422, el pasado 2 de noviembre, en horas de la noche.

Los detectives limeños llegaron a establecer, además, que la camioneta les pertenece a José Raúl Córdova Arteaga y Jakelin Rodríguez Vega de Córdova. Así, al día siguiente de los hechos y ya liberado el empresario, los agentes de la Divise de Lima pusieron en ejecución un operativo y arrestaron a uno de los involucrados, en la misma camioneta, a la altura del kilómetro 20 de la carretera de penetración a la sierra de La Libertad, a la altura de Quirihuac, en el distrito de Laredo.

De acuerdo a las fuentes consultadas por Causa Justa, José Raúl Córdova Arteaga, quien iba al volante, en un primer momento negó haber recogido la mochila cargada con el dinero; sin embargo, poco después aceptó. Reconoció y admitió esto en presencia de su abogado. Dijo que la que lo acompañó fue su esposa.

Jakelin Vega de Córdova fue arrestada en una de las calles de la urbanización Santa Otilia. Primero negó haber acompañado a su esposo para recoger la mochila, pero luego terminó por aceptar todo. Aseguró que no sabía qué contenía la mochila en su interior y que sólo estaba acompañando a su pareja.

Con todos estos cargos en su contra y una vez detenidos, la fiscal Elena del Carmen Jara Castañeda, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo, solicitó la prisión preventiva contra José Raúl Córdova Arteaga y Jakelin Rodríguez Vega de Córdova. Un juez de la Corte Superior de Justicia de La Libertad declaró fundado el pedido por un lapso de 18 meses. La pareja ya está encerrada en el penal El Milagro de Trujillo, mientras los agentes de la Divise de Lima están tras los pasos del resto de integrantes de la organización criminal. Los agentes a mando del general Francisco Vargas Andonaire desconocieron todo esto y se enteraron de la detención días después. Los agentes de la Divise de Lima prefirieron trabajar en silencio y sólos para evitar filtración de información sobre su trabajo.

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