Ayer, domingo, la tranquilidad de la mañana del Día del Padre se rompió abruptamente en el restaurante Don Segundo, ubicado en la cuadra 10 de la avenida Villarreal, a espaldas del cuartel del Ejército Peruano, cuando un hombre fue brutalmente asesinado mientras desayunaba con su familia.
La víctima ha sido identificada como Piero Edwin Vásquez Reyes, de 34 años de edad. Según testigos, Vásquez Reyes estaba compartiendo un desayuno en familia para celebrar el Día del Padre cuando ocurrió el ataque. La atmósfera festiva y familiar del restaurante se tornó en una escena de horror y desesperación.
Los testigos presentes en el restaurante relataron que un individuo ingresó al local y, sin mediar palabra, disparó repetidamente contra Vásquez Reyes, quien cayó al suelo ante la mirada atónita de sus familiares y otros comensales. El sonido de los disparos y los gritos de pánico resonaron en el establecimiento, mientras algunos intentaban resguardarse y otros trataban de asistir al herido.
Inmediatamente después de los disparos, personal del restaurante y algunos clientes llamaron a los servicios de emergencia. Pese a la rápida llegada de los paramédicos y los esfuerzos por reanimarlo, Piero Edwin Vásquez Reyes fue declarado muerto en el lugar debido a la gravedad de las heridas.
La Policía Nacional del Perú (PNP) acudió rápidamente al lugar de los hechos para asegurar la escena del crimen y comenzar con las investigaciones. Las primeras indagaciones apuntan a un ataque dirigido, aunque todavía se desconocen los motivos exactos detrás del asesinato. Agentes policiales tomaron declaraciones de testigos y revisaron las cámaras de seguridad del restaurante y los alrededores para obtener más pistas sobre el atacante, quien huyó del lugar inmediatamente después de cometer el crimen.
El coronel PNP Víctor Revoredo, quien está a cargo de la investigación, indicó que el ataque podría tratarse de un ajuste de cuentas, ya que una de las víctimas tendría antecedentes policiales. «Estamos investigando todos los ángulos, pero las primeras evidencias sugieren que este ataque no fue al azar. Una de las víctimas estaba involucrada en actividades delictivas en el pasado», afirmó Revoredo.