Un escenario desolador se presentó ayer domingo en la carretera industrial de Laredo, cuando la Policía Nacional del Perú (PNP) descubrió un cadáver esqueletizado en avanzado estado de descomposición.
El hallazgo, ocurrido cerca de los ductos de regadío de la fábrica de caña de azúcar. El caso ha abierto las puertas a una investigación que parece desvelar una historia de violencia y tragedia.
El cuerpo fue encontrado alrededor de las 8 de la noche, luego de que la PNP recibiera una alerta sobre la presencia de restos humanos en la zona. Los agentes de la DEPINCRI Este se desplazaron de inmediato al lugar para confirmar la situación. Al llegar, corroboraron que se trataba de un cadáver esqueletizado, presuntamente de una mujer, lo que encendió las alarmas en la unidad de investigación.
La escena del crimen ofrecía más preguntas que respuestas. Junto al cuerpo, los agentes encontraron seis casquillos de bala, lo que indica que podría tratarse de un acto violento con posible ejecución.
Mientras las diligencias estaban en curso, se presentó en el lugar Norelis Cristina Bolívar Bolívar, una joven venezolana visiblemente angustiada. Informó a la policía que su prima, Daviannys Ramona Ávila Muñoz, de 19 años, estaba desaparecida desde el 29 de enero de 2025 y que había presentado una denuncia el 2 de febrero. Según Norelis, su prima vestía una chompa roja el día de su desaparición, prenda que coincidía con la encontrada en el cuerpo hallado.
«Es ella», afirmó Norelis entre lágrimas, tras identificar las características físicas del cadáver que, aunque en avanzado estado de descomposición, mantenía detalles inconfundibles para sus familiares.
Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer las causas de la muerte de Daviannys y determinar las circunstancias exactas del crimen. Los seis casquillos de bala encontrados en la escena apuntan a la posibilidad de un asesinato, pero aún no se descartan otras hipótesis.
El Ministerio Público ya ha tomado cartas en el asunto y ha ordenado las pruebas de identificación forense para confirmar la identidad del cuerpo y establecer la causa de muerte. Asimismo, se están revisando cámaras de seguridad y testimonios de los vecinos de la zona en busca de pistas clave.
Este caso ha puesto nuevamente en el centro del debate la vulnerabilidad de la población migrante en el Perú. La comunidad venezolana en Trujillo se enfrenta a múltiples desafíos, incluyendo la falta de protección adecuada y la exposición a riesgos de violencia.
Daviannys, como muchos jóvenes migrantes, buscaba nuevas oportunidades en un país que le prometía un mejor futuro. Su trágico final deja al descubierto la cruda realidad que viven miles de personas que huyen de sus países en busca de esperanza.
La familia de Daviannys, junto con asociaciones de migrantes, ha iniciado una campaña para exigir justicia.

