Por Yuri Castro
Periodista
Lucio Mora ha tenido que asumir el papel de un sicario visual: moverse con sigilo, deslizarse entre las sombras, siempre alerta y con cada paso medido, pero firme. Bajo el constante escrutinio de miradas vigilantes, su cuerpo tenso, con el corazón latiendo al ritmo de la adrenalina, se mantiene enfocado en una misión precisa. En cada instante, su cámara es su arma, siempre preparada, lista para capturar el momento perfecto. Sin perder de vista el encuadre, ni la perspectiva, ni el enfoque. Mora nunca olvida que la esencia de una buena fotografía radica en su capacidad de contar una historia, transmitir un mensaje claro y contundente, con la precisión quirúrgica de quien sabe que no hay segundas oportunidades para captar la verdad en una imagen.
Su fotolibro «Sticker City» ha sido una tarea desafiante para Lucio Mora. Su curiosidad lo empujó a explorar los rincones más oscuros de Trujillo, una ciudad que, bajo una atmósfera de violencia constante, se ha convertido en escenario del accionar implacable de las organizaciones criminales. Mora se adentró en zonas dominadas por el hampa, donde el miedo y el silencio se respiran en cada esquina, y las calles están marcadas por los rastros de la extorsión. Autos y casas, sellados con pegatinas que anuncian el control de los criminales, son la evidencia visible de una amenaza latente: los extorsionadores, quienes han dejado su huella en cada rincón, sumiendo a la ciudad en una espiral de sangre y plomo.
UN ARQUEÓLOGO FOTOGRÁFICO
El proyecto fotográfico de Mora no solo es un testimonio visual de la realidad que enfrentan las víctimas, sino también una cruda reflexión sobre cómo estos símbolos (los stickers, usados como advertencias) han llegado a representar el poder que las bandas ejercen sobre la vida cotidiana en Trujillo.
El trabajo de Lucio Mora en Sticker City ha captado la atención de reconocidos expertos, como la historiadora del arte Patricia Ciriani Espejo, quien ha escrito una reseña reveladora sobre su obra. En su análisis, Ciriani compara el enfoque de Mora con el de un arqueólogo, describiendo cómo el fotógrafo selecciona con precisión ciertos elementos dentro de un entorno cargado de repetición y violencia. “A la manera de un arqueólogo que destaca ciertas piezas dentro de patrones repetitivos de motivos, Lucio Mora destaca aquí la mancha de tinta negra, allí el charco de sangre, haciendo combinar el rojo de la vida con el negro de las palabras, chocando ambas contra el asfalto oscuro”, señala la especialista.
La reseña de Ciriani subraya la capacidad de Mora para capturar la crudeza del entorno urbano, donde los stickers, símbolos del control del hampa, se entrelazan con rastros más oscuros y tangibles: la violencia y la muerte. A través de su lente, Mora no solo documenta los signos externos de las extorsiones, sino que revela la tensión emocional que impregna las calles, donde lo gráfico y lo visceral colisionan en una narrativa visual cargada de impacto.
AMIGO VISUAL
En el fotolibro Sticker City, Lucio Mora revela que su fuente de inspiración fue la obra homónima del artista visual y su amigo Juan Chávez, conocido como “Juancho”, presentada en 2010 en la exposición colectiva «Utopía de la realidad». “Este hecho fue el primer detonante para que yo comenzara a documentarlos (los stickers) in situ”, confiesa Mora. Con una formación sólida en Artes Visuales, siendo licenciado por la Escuela Superior de Bellas Artes de Trujillo “Macedonio de la Torre” en 2009, Mora ha desarrollado un enfoque único y crítico en su fotografía.
A lo largo de su carrera, Mora ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales: El Gran Trato en la Galería del ICPNA-Cusco (2012) y Filántropos en la Galería Impromptu-Trujillo (2011). Además, ha sido parte de varias exposiciones colectivas tanto en el ámbito nacional como internacional. Su producción artística se complementa con su interés por la investigación histórica y arqueológica, culminando en la publicación del fotolibro Relación descriptiva de la ciudad y provincia de Truxillo del Perú en 2020.
Desde 2015, Mora ha ampliado su práctica hacia la fotografía arqueológica, colaborando en proyectos de conservación y registro fotogramétrico de sitios arqueológicos. Actualmente, cursa una maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Trujillo, lo que refleja su compromiso con el análisis y la investigación de la cultura visual y el patrimonio. Además, ha sido coautor de tres artículos de investigación en revistas especializadas como Quingnam y SIAN, donde su trabajo fotográfico ha sido clave para la reconstrucción y análisis de importantes patrimonios arqueológicos, como Huaca El Rosario y el Palacio Rivero en Chan Chan.
La obra de Lucio Mora es un testimonio de su capacidad para fusionar el arte visual con la investigación académica, documentando con profundidad tanto la realidad contemporánea como el pasado histórico, siempre desde una mirada crítica y comprometida con su entorno.